Empresas y finanzas

Cajastur ve viable seguir adelante con Banco Base pero intentará 'fichar' un nuevo socio

  • Unnim, Banca Cívica e Ibercaja, posibles candidatos a unirse

La ruptura de Banco Base obliga a las cajas de Asturias, Extremadura y Cantabria a reformular la operación de fusión. Cajastur ve inicialmente "viable" seguir adelante con el SIP, pero sin la CAM. El grupo podría integrar alguna entidad para ganar tamaño y poder saltar al parqué con el fin de cumplir con las exigencias de capital del Banco de España. Unnim, Banca Cívica o Ibercaja son los candidatos que suenan con más fuerza.

El vicepresidente primero de Cajastur, Santiago Martínez Argüelles, ha puntualizado que la decisión de seguir adelante las tres juntas depende de los órganos de Administración y de gobierno de las tres cajas. Por este motivo, ha indicado que la operación, que sería viable, debe ser refrendada por los órganos de gobierno una vez que se realicen todos los estudios técnicos.

En la misma línea de lo que plantea Cajastur, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha destacado que Caja de Extremadura, Cajastur y Caja Cantabria tienen ya "un camino hecho" juntas, y a partir de ahora "en ese camino se pueden buscar nuevos compañeros de viaje".

En ese sentido, no ha considerado que sea demasiado tarde para buscar nuevos socios, porque ha señalado que "estamos en una fase intermedia" y que "más adelante habrá una nueva fase en la que habrá una segunda ronda de uniones entre grupos".

¿Cómo sería el SIP sin la CAM?

Una vez las tres entidades están dispuestas a continuar juntas, sin la CAM, formarán un nuevo grupo en el que estarían integrados también los activos financieros de la antigua CCM, por lo que sumaría en total unos activos de 54.500 millones.

De esta manera, pasaría de ser la tercera entidad del sector que iban a constituir a la cuarta con menor tamaño. Los máximos responsables de las tres entidades argumentaron en las asambleas de ayer que la salida de la CAM del proyecto aportaría a la entidad resultante mayor solvencia, a cambio de reducir a más de la mitad su tamaño.

Según los expertos y distintas fuentes financieras, el SIP reducido tendría un ratio de capital principal ligeramente superior al 8%, por lo que se vería obligado a vender un 20% de sus acciones a inversores privados o salir a bolsa, de acuerdo con la nueva regulación. Si bien, sostienen que ambos planes serían difíciles de ejecutarse por los descuentos que reclaman los fondos y las instituciones interesadas en entrar en las cajas y por el escaso volumen para cotizar en el mercado de valores.

Buscar un aliado

De ahí, que la alternativa para la integración que liderará Cajastur a partir de ahora es buscar un aliado que se sume al proyecto para ganar tamaño y poder saltar al parqué para recapitalizarse.

Fuentes del SIP indicaron que todavía no han analizado las distintas opciones, ya que lo primero que tienen que hacer es reformular los números de la integración y de cada una de las entidades.

El Banco de España tendrá que comunicarles los datos de solvencia y liquidez de manera individual. Únicamente un ratio de liquidez abundante, con una dependencia externa menor del 20%, libraría al grupo de una salida a bolsa.

Plan en cinco días

Según avanzó el líder sindical de CCOO en Cantabria, en la asamblea de esta entidad se les informó de que el grupo a tres tendría un déficit de capital de 400 millones y que en los próximos cinco días elaborarían un plan de actuación. Entre las alternativas manejadas también está la venta de alguna participación industrial, además de la búsqueda de un socio.

Fuentes del sector indican que Unnim, Banca Cívica e Ibercaja podrían encajar con este nuevo grupo. La primera está buscando un socio para evitar la nacionalización, aunque podría encontrar la oposición de la Generalitat, que pretende mantener el control sobre todas sus entidades.

Banca Cívica, por su parte, está buscando la incorporación de alguna caja para incrementar su volumen de activos y llevar a cabo una salida a bolsa. Una operación entre ambos contaría con el escollo de los personalismos. Tanto los copresidentes de Cívica, Enrique Goñi y Antonio Pulido, como el máximo responsable de la asturiana, Manuel Menéndez, no estarían por la labor de otorgar el liderazgo de la entidad resultante, que sería la tercera del sector con unos activos superiores a los 132.000 millones.

En cuanto a Ibercaja, ésta ha mantenido prudencia a lo largo de la restructuración del sistema y es la única caja -salvo Ontinyent y Pollensa- que no ha participado en ningún movimiento corporativo. La aragonesa ha quedado rezagada en el ranking, pero no pretende llevar a cabo una operación que no lidere ni le reste solvencia, por lo que para emprender una fusión con el nuevo SIP de Cajastur, Menéndez tendría que ceder las riendas.

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