Tras dos semanas retirado de la vida pública, el presidente de Tepko, Masataka Shimizu, tuvo que ser hospitalizado ayer, en medio de la inquietud de que su empresa pueda quebrar bajo el peso de tener que pagar por el desastre nuclear que afecta a Japón.
El directivo fue ingresado tras sufrir mareos y por tener la tensión alta, según informó el portavoz de la empresa nipona Naoki Tsunoda.
En los últimos días, la ausencia de Shimizu de todo tipo de acto público había desatado los rumores sobre la posibilidad de que se hubiera marchado del país o que incluso se hubiera suicidado.
Desde el pasado día 13 de marzo, es decir, dos días después de la trágica catástrofe natural que asoló Japón, el presidente de la compañía que gestiona la plnata nueclear de Fukushima no había hecho acto de presencia ni había enviado ningún comunicado a la prensa.
Las acciones de Tokyo Electric, conocida comúnmente como Tepco, cayeron otro 17,7% el miércoles a 466 yenes, su mínimo en casi cinco décadas, y más tarde no cotizaban tras conocerse la hospitalización de Shimizu.
Por ahora, el presidente del consejo de administración de la compañía, Tsunehisa Katsumata, asumirá la gestión, añadieron desde la empresa energética.