Suena el despertador de la alarma del móvil, que indica que es la hora de levantarse para el Señor X. Mientras se despereza y se prepara el café, enciende el portátil. Consulta el correo electrónico con tanta rapidez como permite su procesador Intel Centrino, su Windows Vista y su conexión inalámbrica a Internet.
Tras saborear la primera bebida caliente del día, X prepara la cartera después de consultar las citas del día en su Palm. "¡No te olvides el GPS!", se recuerda a sí mismo. Hoy va a visitar a algunos clientes y no tiene muy clara su ubicación...
Aunque X no sea consciente mientras sale de casa escuchando música en su MP3, su vida está íntimamente unida con la tecnología. Puede que la ciencia ficción no acierte con que en 2019 los androides sentirán y padecerán igual que los humanos, como Blade Runner, dirigida por Ridley Scott, anticipaba en 1982, pero ya vivimos en plena era tecnológica. El corazón económico del mundo lo proclama alto y claro. Es verdad que los índices norteamericanos tradicionales, el Dow Jones y el S&P 500 coticen en máximos históricos, pero el mejor mercado es el Nasdaq.
El ojito derecho del Nasdaq
Su selección de grandes valores, el Nasdaq 100 (NDX100.NQ), gana más de un 20 por ciento en 2007 -una rentabilidad que sólo ofrecen algunos mercados emergentes-. En los últimos días, además, las empresas tecnológicas han escrito páginas para la historia. Google (GOOG.NQ), que es la segunda empresa más importante del Nasdaq sólo por detrás de Apple (AAPL.NQ), el mago del iPod, superó la barrera de los 600 dólares por primera vez desde que saliera a bolsa a 85 dólares el 19 de agosto de 2005. El indicador, por su parte, se encaramó por encima de los 2.100 puntos por primera vez desde 2000.
Telefónica saca pecho
En España, la revolución esta semana la ha protagonizado Telefónica después de anunciar que elevaba su dividendo. Aunque las empresas de telecomunicaciones no se consideran tecnológicas puras cotizan hermanadas con el sector. Basta con mirar hacia atrás en el tiempo. Las telecos disfrutaron primero, para padecer después, la euforia desmedida y sus consecuencias de lo que se conoce como boom tecnológico. Ese que acabó con la temida explosión de la burbuja. Una experiencia que no se espera que se repita, porque las tecnológicas ya no venden promesas como en 2000, sino todos esos productos con los que el Señor X y millones de personas conviven con total naturalidad.
Sin brújula, pero con guía
Los números están ahí: en los máximos históricos de 2000, el PER medio (número de veces que el beneficio estaba contenido en el precio del título) de las 30 mayores empresas del Nasdaq 100 era de 160 veces, cuando hoy es de 31,2 veces. Aunque este ratio es superior, por ejemplo, al de los 30 gigantes del S&P 500, que es de 18,3 veces, es una diferencia justificada en que las perspectivas de crecimiento del sector son más altas que las de otros sectores.
Esto es lo que repiten los expertos de forma continuada desde hace más de un año. En noviembre de 2006, Johan van der Biest, gestor de renta variable estadounidense de Dexia Asset Management, explicaba que los inversores estaban moviendo sus carteras hacia la tecnología, entre otras otras, "porque se espera que los beneficios del sector crezcan en 2006 y 2007 por encima de la media del mercado", afirmaba. Casi doce meses después, el discurso de los analistas es parecido aunque con un matiz, al destacar su diversificación geográfica. "Algunas empresas del sector tienen algunas características especialmente favorables, como una excelente capacidad para generar ingresos. Asimismo, los valores del sector obtienen una proporción más alta de sus beneficios fuera de Estados Unidos, algo positivo si se tiene en cuenta la ralentización del consumo doméstico norteamericano", apunta Andrew Holliman, gestor del fondo Threadneedle American Fund, de la gestora Threadneedle.
Resultados espectaculares
La temporada de resultados que está comenzando puede refrendarlo. Gregg Hernández, analista del Nasdaq, asegura que las empresas lograrán crecimientos inferiores al 3 por ciento de media, los más bajos desde 2002, pero que el sector tecnológico "podría crecer en beneficios hasta un 9 por ciento de media, una cantidad muy superior si se compara con el 1,9 por ciento previsto para los servicios financieros", apunta.
Claro que no todo es optimismo. La caída de un 10 por ciento el jueves del buscador chino, Baiudu.com después de que JP Morgan rebajara sus previsiones de ventas para el tercer trimestre, "ha hecho que muchos se despierten del sueño provocado por las descomunales subidas de Google o Apple y sean realistas de cara al futuro", opina Peter Boockvar, analista de Miller Tabak & Co.
El mal recuerdo
Baches como el de Baidu también hacen recordar algunas características de los valores tecnológicos. Son más volátiles que los de otros sectores -sus movimientos al alza o a la baja suelen ser más bruscos- y su éxito depende de que se sean capaces de superar las previsiones de los analistas. Al ser considerados valores de crecimiento, si cuando presenta resultados éstos son peores -o incluso están en línea con lo esperado- pueden sufrir más que otros valores. Es decir, que su prima de riesgo es más alta que la de sectores predecibles.
El otro handicap, que influye en la volatilidad de las acciones, es el efecto psicológico. Los inversores aún no le han perdido el miedo a las empresas tecnológicas, por lo que una mala noticia tiene un efecto más negativo de lo normal, aunque una buena se celebra con más fortaleza.
Los más recomendados
Por último, las firmas de inversión no aconsejan exponerse a todo el sector, sino realizar una criba de valores. Andrew Holliman, aconseja fijarse "en los líderes de cada sector". En renta variable estadounidense algunas de sus apuestas son Google (GOOG.NQ), Oracle (ORCL.NQ) o Microsoft (MSFT.NQ).
En Europa, confía, entre los grandes valores, en Nokia. Por su parte, Raj Shant, gestor del fondo Mellon Continental European Equity, destaca no sólo la buena marcha del negocio de la finlandesa, sino también de la alemana Ericsson y su compatriota especializada en software, SAP.
De acuerdo con los datos de consenso que recoge FactSet, los valores más atractivos del Nasdaq 100, por potencial alcista y porcentaje de revisión al alza de valoraciones por parte de los expertos, son la operadora de móviles Nii Holdings (NIHD.NQ), la compañía de semiconductores Applied Materials, el fabricante de ordenadores Dell (DELL.NQ) o la aseguradora Discovery (DISCA.NQ).