Empresas y finanzas

El FROB será el primer accionista de las cajas con el 30% de su capital

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Foto: Archivo

Se acabó el tiempo. Las cajas están buscando fórmulas para reducir el dinero que finalmente tenga que inyectar el FROB a cambio de un porcentaje de capital para no perder el control y, además, seguir siendo los primeros accionistas. Radiografía de las cajas: los planes de recapitalización de las entidades.

Las entidades que pilotan los distintos Sistemas Integrales de Protección (SIP) pretenden defender su liderazgo en el grupo y continuar como mayores socios una vez entre el fondo de rescate público, ya que, de otra manera, su gestión y la continuidad de sus directivos podría verse comprometida.

De los cuatro SIP que necesitan recapitalizarse, sólo tres podrían tener problemas para llevar a cabo hasta el último término sus planes de recapitalización interna y tener que echarse en brazos del FROB, ya que Bankia es el único grupo de cajas con opciones de salir a bolsa.

Perderán su liderazgo

Tanto en el caso de Mare Nostrum como Banco Base, las cajas mayoritarias perderán su liderazgo en el caso de que el Frob tome un 30%. La cifra baja hasta el 23% en el caso de Banca Cívica, de acuerdo con el actual reparto de poder.

Esta circunstancia es una de las claves de las divisiones que han dejado a las puertas del abismo a Banco Base, formado por Cajastur, la CAM, Extremadura y Cantabria. En la actualidad, las dos primeras controlan a partes iguales el 40% del SIP. El grupo no puede salir a bolsa y dar entrada a inversores privados en su capital por los descuentos sobre su valoración, motivados sobre todo por el deterioro de la CAM.

De ahí que la opción principal de Base pasa por recurrir al fondo de rescate para captar los 1.447 millones que necesita. Con una rebaja en el valor del 50%, según los expertos, el FROB tomaría en torno a un 40% del SIP, por lo que Cajastur y CAM pasarían a un segundo plano.

La asturiana no esta dispuesta a dejar el liderazgo de la alianza -su primer ejecutivo es el máximo responsable de Cajastur- y ha condicionado la continuidad del proyecto a que la CAM reduzca su representación hasta un 27% como consecuencia de su deterioro. De esta manera, Cajastur elevaría su peso al 53%, lo que le daría amplio margen de maniobra para mantener el control. El FROB tendría que tomar el 35% del capital para perder el puesto de primer accionista, aunque las fuerzas estarían prácticamente equilibradas.

CAM y Cajastur

El plan de la asturiana incluye la reducción del dinero que tendría que inyectar el FROB, con venta de algunas participadas o de una cartera de activos -créditos y depósitos de una serie de sucursales-. Además, con sus socias Extremadura y Cantabria, la asturiana podría mantener un control superior del 50% del capital.

CAM no acepta el proyecto de Cajastur, ya que su participación se quedaría por debajo del 20%, cuando aporta más de la mitad de los activos de Banco Base.

En el caso de Mare Nostrum el porcentaje a evitar es también el 30%. En este trabajo está empeñada Caja Murcia, la entidad que pilota el SIP. Su plan principal es la búsqueda de inversores privados que tomen el 20% del capital o una salida a bolsa. De esta manera, también evitaría cualquier entrada del FROB.

Por su parte, en Banca Cívica el porcentaje baja al 23%, por el mayor equilibrio de fuerzas entre las socias. El grupo busca una salida a bolsa, aunque necesita ganar tamaño y pretende absorber Unnim.

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