París, 10 oct (EFECOM).- El nombramiento como administrador de EADS el próximo día 22 de Arnaud Lagardère, presidente del grupo que lleva su nombre y accionista del grupo europeo, ha quedado en el centro de la polémica política en Francia sobre el escándalo por el presunto uso de información privilegiada.
La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, insistió hoy en que el Gobierno no puede intervenir en la designación de Lagardère como miembro del consejo de administración de EADS en la asamblea general de la compañía que se celebrará en Amsterdam, a causa del pacto de accionistas de 2000, que -recordó- fue negociado por el Ejecutivo de izquierdas en el poder entonces.
Preguntada en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional sobre si el Estado votará por Arnaud Lagardère, la ministra puntualizó que "de los once administradores, el Estado no designa a ninguno".
Los dos administradores que corresponden a los accionistas estratégicos franceses (el Estado con un 15% del capital de EADS y el grupo Lagardère con un 7,5%) los nombra el organismo Sogeade que agrupa ambas participaciones, sobre la base de la propuesta de Lagardère en virtud de ese pacto de accionistas, precisó.
Y Lagardère ya ha dado los nombres de quienes quiere que sean los administradores, uno el propio Arnaud Lagardère y el otro un directivo de esa misma compañía, añadió.
"El Estado no puede participar en la designación de los administradores", repitió Lagarde, antes de señalar que Arnaud Lagardère será también el presidente del consejo de administración de Sogeade, como se anunció el 6 de julio pasado.
La oposición socialista ha dirigido ataques al Gobierno por su actitud benévola hacia este empresario, amigo personal del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y que está en el centro del posible uso de información privilegiada que investiga la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF).
Los hechos se remontan a la venta de un 7,5% de EADS por el grupo Lagardère que se formalizó en abril de 2006, dos meses antes de que se anunciaran los retrasos en el programa del avión Airbus A380, que provocó el desplome de la cotización del grupo europeo.
El organismo financiero estatal CDC se quedó con un 2,25% del capital de EADS cedido por Lagardère, y la inversión inicial de 600 millones de euros, se ha quedado en 400 con el bajón en bolsa, mientras que el vendedor consiguió una fuerte plusvalía.
Sendas comisiones de la Asamblea Nacional y del Senado están interrogando a diferentes actores de esa operación para determinar si el Estado actuó con negligencia al no advertir a CDC sobre los riesgos de la inversión, o incluso si hubo interés por beneficiar a Lagardère.
La otra pata política del caso EADS es el posible uso de información privilegiada por diversos directivos o ex directivos del grupo europeo, que vendieron sus opciones sobre acciones en los meses que precedieron el anuncio sobre los problemas que tenía su filial Airbus con el A380.
Después de que el actual presidente de EADS, Louis Gallois, anunciara ayer que quiere acabar con la distribución de opciones sobre acciones como método de retribución porque le parece "una lotería", el Gobierno francés prepara una ofensiva que se puede concretar mañana mismo.
El diario "Le Monde" adelantó hoy que Sarkozy tomará la decisión final, que parece que consistirá en una enmienda a los presupuestos para gravar las opciones sobre acciones, a las que se descontarán cotizaciones sociales, probablemente un 2,5% del valor del precio de emisión de los títulos.
Con esta medida, que reportaría unos 200-300 millones de euros anuales a las necesitadas arcas de la Seguridad Social, el presidente concretaría su propuesta de campaña de "moralizar el capitalismo". EFECOM
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