El oso polar Knut podría haber muerto de un problema cerebral

Knut, que saltó a la fama en todo el mundo cuando era un adorable osezno pero creció hasta convertirse en un carnívoro de 200 kilos, murió el sábado frente a los horrorizados visitantes del parque. Sólo tenía cuatro años.

Mientras sus seguidores piden que se les informe del motivo de la súbita muerte del oso en su propia piscina, el Zoo de Berlín ha encargado una autopsia al Instituto Leibniz de Investigación de Animales Salvajes y de Zoológico.

"Los resultados iniciales muestran anomalías significativas en el cerebro que podrían considerarse el motivo para la repentina muerte del oso", indicó el zoológico en un comunicado.

Knut fue rechazado por su madre y tuvo que ser criado a mano por su cuidador, Thomas Dörflein. Miles de visitantes iban a ver a cuidador y osezno jugando juntos, y la fama de Knut se extendió por todo el mundo. También Dörflein murió joven, en 2008.

El resultado de otras pruebas realizadas a Knut tardará varios días, pero el zoo prometió publicar los datos de la autopsia final de forma inmediata.

Knut, que en su día era una bola blanca y pomposa de energía, apareció en un sello de la Oficina Postal Alemana e inspiró objetos de recuerdo que se convirtieron en un negocio enorme. Para cuando entró en la pubertad, Knut había generado cinco millones de euros para el Zoo de Berlín.

Hubo una disputa de custodia en torno al oso, ya que el zoológico de Neumünster reclamó su derecho - al menos sobre un porcentaje de los beneficios - por haber cedido al padre de Knut, Lars, al parque berlinés.

El club de seguidores de Knut se redujo al tiempo que el achuchable huérfano crecía, y el año pasado una organización de derechos de los animales dijo que había que castrarle porque era pariente de su compañera, Giovanna.

El defensor de los derechos de los animales, que hizo esa sugerencia, dijo haber recibido muchas llamadas enfurecidas, incluyendo una de un hombre que le dijo que antes que al oso, debía castrarse él.