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Aviones de guerra y misiles occidentales atacan blancos libios

TRÍPOLI (Reuters) - Fuerzas europeas y de Estados Unidos lanzaron ataques con aviones de guerra y misiles contra las tropas de Muamar Gadafi, en la mayor intervención militar occidental en el mundo árabe desde la invasión de Irak en 2003.

La televisión estatal libia dijo que 48 personas habían muerto y otras 150 heridas por los ataques aliados. También dijo que ha habido una nueva serie de ataques en Trípoli en la mañana del domingo.

No hubo manera de confirmar la información de manera independiente.

CBS News dijo el domingo en su sitio en Internet que tres bombarderos invisibles B-2 de Estados Unidos habían lanzado 40 bombas contra una "importante pista aérea libia" que no fue identificada. Un portavoz del Pentágono indicó que no tenía información sobre tal ataque.

Aviones de combate franceses fueron los primeros en atacar el sábado, en una campaña para obligar a Gadafi a un alto el fuego y a terminar su ofensiva contra civiles. Los aviones destruyeron tanques y vehículos blindados en la región donde se encuentra el principal enclave rebelde, la ciudad oriental de Bengasi.

Horas después, buques y submarinos británicos y estadounidenses lanzaron 110 misiles Tomahawk contra las defensas antiaéreas que rodean la capital y la ciudad occidental de Misrata, que estaban siendo sitiadas por las fuerzas de Gadafi, dijeron oficiales militares de Estados Unidos.

Los oficiales comentaron que las fuerzas de su país estaban trabajando con Reino Unido, Francia, Canadá e Italia en una operación llamada "Odyssey Dawn" (Odisea al Amanecer).

Gadafi calificó la agresión de "cruzada colonial".

"Ahora es necesario abrir los depósitos y armas a las masas con todo tipo de armamento para defender la independencia, unidad y honor de Libia", dijo Gadafi en un discurso televisado horas después de que los ataques comenzaran

Se espera que las fuerzas aéreas occidentales evalúen el domingo los daños que han provocado.

China y Rusia, que se abstuvieron la semana pasada en la votación del Consejo de Seguridad que respaldó la intervención, expresaron su pesar por la acción militar. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo que esperaba que el conflicto no lleve a una mayor pérdida de vidas civiles.

Explosiones y disparos de la artillería antiaérea se sentían en Trípoli el domingo por la mañana. El ataque fue seguido de desafiantes gritos de "Allahu Akbar" (Dios es grande) que resonaron en el centro de la ciudad.

La televisión estatal mostró imágenes de lo que llamó las víctimas del "enemigo colonial" en un hospital no identificado. Diez cadáveres estaban envueltos en sábanas blancas y azules y varias personas estaban heridas, una de ellas de gravedad, dijo la televisión.

Algunos habitantes de Trípoli dijeron que oyeron explosiones cerca del distrito oriental de Tayura, mientras que en Misrata dijeron que los ataques tuvieron por blanco una base aérea de las fuerzas de Gadafi.

Un testigo Reuters en el bastión oriental de Bengasi informó de fuertes explosiones y disparos de artillería antiaérea, pero no estaba claro qué bando disparaba.

La intervención, después de semanas de discusiones diplomáticas fue recibida en Bengasi con una mezcla de recelo y alivio.

"Creemos que esto pondrá fin al régimen de Gadafi. los libios nunca olvidaremos la postura de Francia con ellos. Si no fuera por ellos, Bengasi habría sido invadida anoche", dijo Iyad Ali, de 37 años.

"Saludamos a Francia, Reino Unido, Estados Unidos y a los países árabes por estar con Libia. Pero pensamos que Gadafi desatará su furia contra los civiles. Por lo que Occidente tiene que golpearlo duro", dijo Jalid al-Ghurfaly, un empleado público de 38 años.

GADAFI PERDERIA EL CONTROL DE LIBIA

Los ataques, lanzados desde unos 25 barcos, incluidos tres submarinos estadounidenses, en el Mediterráneo, se dieron después de una reunión en París de líderes árabes y occidentales que respaldaron la intervención.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que los participantes habían acordado usar "todas las medidas necesarias, especialmente militares" para hacer cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que exigía el fin de los ataques contra civiles.

"El coronel Gadafi ha hecho que esto ocurra", dijo el primer ministro británico, David Cameron, a la prensa tras la reunión. "No podemos permitir que la masacre de civiles continúe", agregó.

Algunos analistas cuestionaron la estrategia de la intervención militar, porque temen que las fuerzas occidentales puedan verse envueltas en una larga guerra civil pese a la insistencia estadounidense -reiterada el sábado- de que no tienen planes de enviar tropas de tierra a Libia.

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, sugirió que las potencias esperaban que la intervención fuera suficiente para detener a Gadafi y permitir a los libios obligarle a irse.

"Creemos que si el señor Gadafi pierde la capacidad de aplicar su voluntad a través de sus fuerzas armadas ampliamente superiores, simplemente no podrá mantener su control sobre el país", agregó.

Pero algunos analistas han cuestionado qué harán las potencias occidentales si el líder libio se aferra al poder, especialmente porque creen que no estarán satisfechas con una división de facto que deje a los rebeldes en el este y a Gadafi dirigiendo un estado reducido en el oeste.

Un participante de la reunión de París dijo que Clinton y otros habían hecho hincapié en que Libia no debía dividirse en dos. Y el viernes, Obama pidió específicamente a las fuerzas de Gadafi que se retiren de las ciudades de Zauiya y Misrata en el oeste.

"Va a ser mucho menos directo si Gadafi comienza a mover tropas dentro de las ciudades, que es lo que ha estado intentando hacer durante las últimas 24 horas", dijo Marko Papic en el grupo de inteligencia mundial STRATFOR.

"Una vez que haga eso será un ambiente de combate urbano y en ese punto va a ser difícil usar el poderío aéreo desde 15.000 pies para neutralizarlo", agregó.

El Gobierno libio ha acusado a los rebeldes, que según dice son miembros de Al Qaeda, de violar el cese al fuego anunciado el viernes.

En Trípoli, varias miles de personas se reunieron en el palacio Bab al-Aziziyah, el recinto de Gadafi bombardeado por aviones de Estados Unidos en 1986, para mostrarle su apoyo al líder.

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