El Gobierno argentino, aliviado tras suspenderse una huelga

BUENOS AIRES (Reuters) - El máximo jefe de los sindicatos argentinos suspendió abruptamente una huelga prevista para el lunes, una convocatoria que preocupaba al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que mantuvo arduas negociaciones para evitar la medida de fuerza.

El poderoso sindicato de camioneros de Argentina, un aliado del Gobierno, llamó a la huelga nacional después de que la justicia de Suiza pidiera el jueves al país información sobre causas y pruebas relacionadas con sus líderes Pablo y Hugo Moyano, quien es también jefe de la central gremial Confederación General del Trabajo (CGT).

"Dejamos en suspenso esta medida que habíamos proyectado para el día lunes", dijo Hugo Moyano, jefe de la poderosa central obrera CGT en un acto sindical en el que minutos antes más de 80 gremios habían ratificado el paro.

La huelga y movilización en apoyo al líder sindical contaba con el respaldo de los transportistas del país, incluyendo portuarios en el estratégico complejo exportador de granos de Rosario.

La petición de la justicia suiza fue realizada en el marco de una investigación por sospechas de lavado de dinero.

Ante la suspensión del paro, el secretario gremial de la central obrera, Jorge Omar Viviani, dijo a periodistas que "seguramente el compañero (Hugo) Moyano debe haber hablado con algunos compañeros del Gobierno".

Moyano es el más influyente líder sindical peronista de Argentina y estrecho aliado de la presidenta Fernández, por lo que la protesta tensó la relación entre el Gobierno y los sindicatos oficialistas nucleados en la CGT a siete meses de las elecciones presidenciales.

"Los trabajadores queremos llegar al poder, eso es lo que les molesta... por más que les moleste no vamos a abandonar ese objetivo", dijo Moyano en referencia a acusaciones en su contra.

Una huelga de transportistas y camioneros hubiera tenido un fuerte impacto en la actividad económica del país, obstaculizando la asistencia de los trabajadores a sus centros de empleo, aunque no hubiera afectado significativamente la recolección de maíz y de soja, que ya está en marcha en uno de los mayores proveedores mundiales de granos.