España interviene el banco libio Aresbank

MADRID (Reuters) - El Ministerio de Economía español dijo el miércoles que ha sustituido de manera temporal a los administradores del banco libio Aresbank en cumplimiento de las medidas acordadas por la Unión Europea contra el líder libio Muamar Gadafi por su violenta represión de las revueltas en el país norteafricano.

Según informó el ministerio, Aresbank es un banco participado en un 99,86 por ciento por el Libyan Foreign Bank (entidad estatal libia) y dedicado a la financiación de actividades de comercio exterior entre España y los países árabes.

"El banco, que presenta una elevada solvencia, tiene como núcleo de su negocio la emisión y confirmación de créditos documentarios", dijo Economía, que dijo que las medidas se mantendrán en tanto Forebank esté en la lista de entidades afectadas por las medidas restrictivas acordadas por la Unión Europea.

"Entretanto, Aresbank podrá seguir funcionando con normalidad, salvo en lo referido a las restricciones impuestas por la Unión Europea", dijo Economía.

Los gobiernos de la Unión Europa acordaron a finales de febrero un paquete de sanciones contra Gadafi y su entorno, que incluye un embargo de armas y la prohibición de viajar a los Veintisiete. Además, decidió congelar los bienes de Gadafi, su familia y su Gobierno, y prohibió la venta de bienes como gases lacrimógenos y equipos antidisturbios.

Según lo acordado en Europa, España congeló a principios de marzo los bienes libios en el país, entre ellos un proyecto turístico en la Costa del Sol propiedad de Gadafi, y anunció que iba a investigar si había cuentas bancarias u otros activos vinculados al líder libio.

Gadafi tenía previsto construir casi 2.000 viviendas, un campo de golf y un centro de convenciones en una finca en Benahavís, cerca de Marbella, según el ministerio de Exteriores. Congelar los bienes supone que no podrán ser vendidos ni se les podrá sacar provecho económico.

El líder libio, que lleva 41 años en el poder, está inmerso en una contraofensiva contra los rebeldes, que han protagonizado un levantamiento siguiendo el ejemplo de las revueltas populares en Túnez y Egipto, que lograron derrocar a sus presidentes.

Sin embargo, Gadafi está llevando a cabo una violenta campaña para aplastar la revuelta, y según analistas podría reprimirla por completo antes de que la comunidad internacional se ponga de acuerdo sobre qué medidas adoptar.

(Información de redacción de Madrid; editado por Emma Pinedo)