Las cajas de ahorros ultiman sus planes para recapitalizarse. Estas entidades necesitan poco más de 14.000 millones para cumplir con los nuevos ratios de solvencia y cuentan hasta el miércoles 30 de marzo para concretarlos.
La opción que manejaban la mayor parte era una salida a bolsa, pero la rebaja sustancial de las valoraciones de sus activos hace poco atractivo una operación de este tipo. De ahí que la mayor parte haya descartado colocar una parte del capital en el mercado de valores.
En la hoja de ruta de buena parte de estas entidades predominan dos caminos: la solicitud de más ayudas al Frob, lo que conllevaría su nacionalización parcial; o la venta a inversores privados de manera directa de, al menos, el 20% de la totalidad de las acciones. Según fuentes financieras, en esta alternativa se incluyen a los clientes particulares. Las cajas ven más que probable que se vean obligados a utilizar la amplia red de sucursales para elevar sus ratios de solvencia.
Esta opción es manejada por Mare Nostrum y Novacaixagalicia como la línea prioritaria, a la que se podría sumar en los próximos días otras entidades, como Banca Cívica. Si bien este grupo, de momento, mantiene la salida a bolsa como el eje central para buscar los más de 850 millones que necesita.
Al mercado, casi ninguna
Los expertos y el propio Banco de España sólo confían en que Bankia -el SIP de Caja Madrid y Bancaja- pueda culminar con éxito la colocación de títulos en el mercado. Según fuentes del sector sostienen que sólo los fondos de inversión y aseguradoras están dispuestas a entrar en el capital a precios de saldo y que las cajas no quieren malvender sus activos.
Las mismas fuentes consideran que, por tanto, la venta de títulos a sus clientes es una vía accesible para la recapitalización, ya que estos inversores no reclamarán un precio demasiado bajo.
También destacan que la solicitud de más ayudas al FROB no supone un problema, por lo que si no pueden llevar a cabo la venta de al menos el 20% de capital a inversores institucionales y clientes, siempre contarán con el fondo de rescate público. Esta vía es analizada ya por CatalunyaCaixa, Unnim y Banco Base -el SIP que lideran Cajastur y CAM-.
La entrada del FROB sólo significará la incorporación de representantes del Banco de España o del Gobierno en las cajas que reciban más dinero, pero en ningún caso, si los recursos se canjean por menos del 50% del capital, conllevará la pérdida de control ni la retirada de los actuales gestores.
Esta alternativa fue estudiada por Novacaixagalicia, pero teme que por la tasación de los activos las cajas puedan perder la mayoría y tengan que convertirse en meras fundaciones.
A día de hoy, la vigilancia del Banco de España es muy intensa, por lo que su entrada en los consejos tampoco variará demasiado. Además, la ley permite que en el plazo de dos años las propias cajas puedan recomprar al FROB las acciones y entonces puede que las valoraciones sean mucho mayores por la mejora de la situación económica y del sector.
Otras opciones son las fusiones. Esta vía es la que baraja España-Duero, que ultima su integración con Unicaja, operación a la que podría sumarse Ibercaja.