Santander, 13 jun (EFECOM).- El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Tomás Cos, pidió hoy al Ministerio de Agricultura que, al estudiar si indemniza o no a la flota de cerco por la mala costera de la anchoa, se ciña sólo a esa especie, porque "ninguna otra costera" del año compensa a la citada.
El portavoz de la flota cántabra respondió de esta manera al secretario general de Pesca Marítima, Juan Carlos Martín Fragueiro, quien ayer alegó que los barcos de cerco del Cantábrico no sólo se dedican a la costera de la anchoa (campaña que tradicionalmente tiene lugar en primavera), sino que previamente faenan en la costera del verdel (o sarda), que este año ha sido "una de las mejores de la historia", y ahora se preparan para la costera del bonito.
"Las pérdidas de la costera de la anchoa no se suplen con ninguna otra. Lo mismo que si la costera del bonito viniera mala tampoco se supliría con otra costera. Y así pasa con todas", dijo Cos a Efe.
El presidente de la Federación de Cantabria recordó que las cofradías del norte eran partidarias de mantener la veda establecida el año pasado sobre la anchoa debido al mal estado de la pesquería, pero el Consejo de Ministros de Pesca, en una "decisión política", reabrió el caladero y "mandó a la flota a faenar sin haber peces".
Esa es la razón que esgrimen los pescadores para pedir una compensación y para enfatizar que ésta debe ceñirse a las pérdidas que ha provocado la mala costera de la anchoa de este año.
"Hay muchos barcos de anchoa que no han ido a verdel, y otros que no irán a bonitos. Las peticiones que va a plantear el sector (a la Administración) son por la costera de la anchoa. No estamos hablando de otra cosa. Porque cuando hay una costera de verdel mala tampoco ellos dicen nada", subrayó Tomás Cos.
El presidente de la Federación de Cofradías de Cantabria fue uno de los representantes de la flota del norte de España que ayer se entrevistó en Bruselas con los responsables de pesca de la Comisión Europea para estudiar la situación de la anchoa.
Tomás Cos aseguró que ha regresado "defraudado" de esa reunión, porque los pescadores españoles no entienden que la Comisión Europea sea tan reacia a cerrar el caladero cuando lo está pidiendo la flota que tiene el 90 por ciento de la cuota de anchoa.
Además, los pescadores tampoco comprenden que la Comisión demore el posible cierre hasta que existan informes científicos que certifiquen que la biomasa de anchoa en el Golfo de Vizcaya (la cantidad de pesca en el mar) no llega a 28.000 toneladas, el límite por debajo del cual puede peligrar la conservación del recurso.
"De la misma forma que el Consejo de Ministros acordó la apertura sin esperar a los informes científicos, ahora vemos mal que para cerrar tengamos que esperar a los informes científicos", dijo Cos. EFECOM
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