
Iberdrola está decidida a seguir frenando el avance de ACS en su capital, pero con la operación de compra de su filial de renovables apenas logrará una pequeña dilución de la participación de la constructora de Florentino Pérez. Con esta maniobra, la eléctrica rebaja la participación de ACS desde el 20,2% hasta el 19,5%, pero también se reducirá la presencia de BBK y Bancaja en alrededor de un 0,2%. Iberdrola vuelve a cotizar con caídas y Renovables se va al precio de la oferta.
La operación se produce justo después de que el presidente de ACS, Florentino Pérez, se jactara de su intención de alcanzar el 30% de la eléctrica.
Aunque con la compra de la filial de Renovables, únicamente se ponga una china en el zapato del también presidente del Real Madrid, la operación servirá para reforzar a la empresa matriz y mejorará los dividendos de la compañía.
Frenar a ACS
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que Iberdrola ha utilizado otras chinas para torpedear a la constructora, aunque sea de forma poco significativo. Así, las compras emprendidas de Scottish Power (17.000 millones) y Energy East (6.000 millones) se entendieron como una defensa de la eléctrica ante su ya manifiesto enemigo porque se afrontaron con ampliaciones de capital que diluyeron la participación de Pérez.
Además, hay que tener en cuenta el momento significativo en que se produce esta maniobra, es decir, a un mes vista del juicio en el que la eléctrica y la constructora se volverán a ver las caras por la impugnación de las cuentas de ACS por una supuesta manipulación en la valoración de la participación de la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán.
Por otro lado, Florentino Pérez afronta la recta final en la venta de su paquete de renovables, una iniciativa que precisamente adoptó para acabar con uno de los principales argumentos de la eléctrica (el de competidores) a la hora de impedir su entrada en el consejo de administración. La constructora ha dividido en lotes su exposición en tecnologías limpias, para conseguir mejores ofertas por parte de los potenciales interesados.
Con esta operación, ACS espera ingresar unos 5.000 millones (incluida la deuda), aunque desde algunos sectores se pone en duda que pueda vender con facilidad este negocio, más aún si se tiene en cuenta la incertidumbre regulatoria de España en este sector. De hecho, el proceso destaca por ausencia de noticias aunque se había anunciado una preselección de los candidatos antes de que finalizara el pasado mes de enero.
Frente a este movimiento de ACS, Iberdrola ahora se decanta por controlar su matriz y critica que aunque la constructora se quiera deshacer de sus renovables para no defender que ya no es un competidor directo de la eléctrica, lo cierto es que se continúa presentando a concursos internacionales de tecnologías limpias, así como en los concursos eólicos lanzados por diferentes comunidades autónomas en España.
En este tira y afloja, ACS verá como la legislación en compañías cotizadas se pone de su lado el próximo mes de julio, cuando entre en vigor la eliminación de los blindajes estatuarios. Con esta modificación, la constructora podrá votar en junta por la participación total que ostente y no sólo por el 10 por ciento, tal como hasta ahora estaba limitado.
Un dato curioso de la absorción anunciada ayer por Iberdrola es que requerirá la aprobación de la junta general de la matriz y de la filial, acontecimientos que se producirán justo en el mes en el que entra en vigor la eliminación de los blindajes, con lo que la constructora ya podría votar por la participación total con la que cuente en el momento de la asamblea.
Menor inversión
Al margen de la lucha de titanes que mantienen Sánchez Galán y Pérez, la eléctrica ya había anunciado hace unas semanas un sacrificio en las inversiones de renovables a favor de la expansión internacional con la compra de la brasileña Elektro.
El quid de la cuestión es que la compañía mantiene el ritmo inversor de 16.000 millones en su Plan Estratégico 2010-2012, pero con una modificación de las partidas presupuestarias.
Así, los 2.400 millones que representan la adquisición de la distribuidora brasileña provendrán del presupuesto inversor con que contaba la división verde del grupo, que ve reducir considerablemente su montante de crecimiento.
En consecuencia, las previsiones de nueva capacidad instalada de Iberdrola Renovables se reducen, ya que mientras en 2011 se prevén 1.450 nuevos megavatios (MW), en 2012 la cifra baja a 750 MW. Con este escenario, esta filial se marcó como objetivo crecer a "doble dígito" en resultado bruto de explotación (ebitda) hasta 2012.
Iberdrola ha liderado durante los últimos años un ambicioso crecimiento en las renovables, aunque su exposición en este campo ha sido muy castigada en bolsa ante los cambios normativos en tecnologías limpias, sobre todo en España. La compañía asegura que es momento de consolidar el crecimiento, pero también ha llegado a ensalzar la seguridad jurídica de países como Estados Unidos y Reino Unido, al tiempo que ha advertido de un desvío de la inversión hacia otros países por el parón que ha provocado la regulación española en el sector eólico, más aún en este momento donde aún está en el aire la regulación que imperará dentro de dos años.