TRÍPOLI (Reuters) - Docenas de personas murieron el lunes de madrugada, cuando las protestas antigubernamentales llegaron a la capital por primera vez y varias ciudades del este parecían estar en manos de la oposición.
Uno de los hijos de Muamar Gadafi dijo que el veterano líder combatiría "hasta el último hombre" la revuelta popular que ha puesto en duda sus 40 años en el poder.
Manifestantes antigubernamentales se congregaron en las calles de Trípoli, algunos líderes tribales hablaron contra Gadafi y unidades del Ejército desertaron a la oposición, en una revuelta que se ha cobrado la vida de más de 200 personas.
Los manifestantes dijeron que se habían hecho con el control de Bengasi y otras ciudades, poniendo a prueba el brazo de hierro de Gadafi, y algunos analistas sugerían que el país se dirige hacia la guerra civil.
"Libia es el candidato más probable para una guerra civil porque el Gobierno ha perdido el control sobre parte de su propio territorio", dijo Shadi Hamid, director de investigación en el Brookings Doha Centre de Qatar.
La producción en uno de los campos petrolíferos del país había quedado suspendida por un huelga de trabajadores y algunas compañías petroleras europeas repatriaron a sus trabajadores y suspendieron sus operaciones. La mayoría de los campos de petróleo están en el este, al sur de Bengasi, centro de las actuales protestas.
Las protestas antigubernamentales han surgido también en la localidad central de Ras Lanuf, que alberga una refinería y un complejo petroquímico, informó el periódico libio Quryna en su sitio de Internet el lunes.
En una muestra de las desavenencias dentro de la élite gubernamental libia, el ministro de Justicia dimitió en protesta por el "excesivo uso de la violencia" contra los manifestantes. En India, el embajador libio dijo que había dimitido por el mismo motivo.
Una coalición de líderes musulmanes libios indicó a todos los musulmanes que era su obligación rebelarse contra los dirigentes del país por sus "sangrientos crímenes contra la humanidad".
Los países europeos contemplaron los acontecimientos en Libia con una creciente sensación de alarma después de que el Gobierno de Trípoli dijera que suspendería la cooperación para frenar el flujo de inmigrantes ilegales.
El primer ministro británico, David Cameron, en visita a la región, dijo que los acontecimientos en Libia eran inaceptables.
Al Yazira citó fuentes médicas al asegurar que 61 personas habían muerto en las últimas protestas en Trípoli.
Añadió que las fuerzas de seguridad estaban saqueando bancos y otras instituciones gubernamentales en Trípoli, y que los manifestantes habían entrado en varias comisarías y las habían destrozado.
Un periodista de Reuters en Trípoli dijo que los residentes estaban almacenando productos básicos, aparentemente adelantándose a nuevas protestas una vez caída la noche. Había largas colas en las tiendas de comida y en las gasolineras.
El edificio donde se reúne el Congreso General del Pueblo, o Parlamento, fue incendiado el lunes, así como una comisaría de uno de los barrios del este de la ciudad.
El hijo de Gadafi, Saif al Islam Gadafi, apareció en la televisión nacional en un intento de amenazar y calmar al pueblo, asegurando que el Ejército reforzaría la seguridad para sofocar a cualquier precio las revueltas más sangrientas en el mundo árabe.
"Seguiremos combatiendo hasta el último hombre, incluso hasta la última mujer", dijo el domingo.
La mayoría de la población de Trípoli expresó su enfado con el discurso.
"El discurso fue muy, muy malo", dijo una mujer libia de nombre Salma.
"Fue muy decepcionante porque amenazó al pueblo libio con muertes, hambre y quemas. No ofreció sus condolencias por las almas de los mártires que murieron".
Otro hombre señaló: "Estábamos esperando algo bueno para nosotros, los jóvenes, para calmar la ira, pero no hizo nada".
PLAZA VERDE
Los seguidores de Gadafi se congregaron en la Plaza Verde del centro de Trípoli el lunes, con banderas y el retrato de su líder.
Los halagos de Saif al Islam probablemente no basten para extinguir la ira tras cuatro décadas de gobierno de Gadafi, algo similar a lo ocurrido en Egipto, donde una revuelta popular derrocó al poderoso presidente Hosni Mubarak hace diez días.
En Bengasi, en el este del país, los manifestantes parecían tener el control tras forzar al Ejército y la policía a retirarse a un complejo. Los edificios gubernamentales estaban en llamas y habían sido saqueados.
"Jóvenes con armas están a cargo de la ciudad. No hay fuerzas de seguridad en ningún lugar", dijo el profesor de la Universidad de Bengasi Hanaa Elgallal a la televisión internacional Al Yazira.
Salahudin Abdulah, que se denominó organizador de la protesta, dijo: "En Bengasi, hay celebración y euforia. La ciudad ya no está bajo control militar. Está completamente bajo el control de los manifestantes".
Había informaciones de que los soldados que se negaron a disparar contra los civiles fueron ejecutados por sus mandos en Bengasi.
"Hemos enterrado hoy once cuerpos de soldados que se negaron a disparar contra los civiles y fueron ejecutados por los oficiales de Gadafi. Los cadáveres estaban en trozos, cabezas por un lado y piernas por otro. Es un crimen que está ocurriendo aquí", dijo Elsanus Ali Eldorsi, juez jubilado en Bengasi.
En Al Bayda, localidad a unos 200 km de Bengasi que fue escenario de sangrientos enfrentamientos la semana pasada entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, un residente dijo a Reuters que los manifestantes tenían también el control.
Al menos nueve localidades, entre ellas Bengasi, Zuara y Zlitan, estaban bajo control de los manifestantes leales a grupos tribales, dijo el presidente de la Federación Internacional para los Derechos Humanos en Francia a Reuters.
Los extranjeros de países europeos estaban siendo evacuados.
Corea del Sur dijo que cientos de libios, algunos de ellos armados con cuchillos y pistolas, atacaron un centro de construcción dirigido por surcoreanos en Trípoli, hiriendo a cuatro trabajadores extranjeros.
Human Rights Watch informó de que al menos 233 personas habían muerto en cinco días de violencia, pero los grupos opositores dicen que esa cifra es mucho mayor. La mayoría estaban en Bengasi, una región donde el poder de Gadafi ha sido más débil que en otros lados de esta nación desértica rica en petróleo.
Relacionados
- Libia.- Fuentes médicas informan de 61 muertos este lunes únicamente en Trípoli
- Libia.- Al menos cinco muertos por los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Gadafi en Trípoli
- Libia: se oyen intensos tiroteos en Trípoli (testigos)
- Libia.- Disturbios entre manifestantes y fuerzas de seguridad en la plaza Verde de Trípoli, según Al Yazira
- Más de 170 muertos en Libia por represión, la protesta se acerca a Trípoli