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Decenas de muertos en Libia mientras Bahréin inicia el diálogo

TRÍPOLI (Reuters) - Las fuerzas de seguridad de Libia mataron a tiros a decenas de manifestantes, mientras luchan por aplastar una revuelta en Bengasi, y los líderes de Bahréin iniciaban negociaciones con la oposición, en tanto, los disturbios siguen brotando en Oriente Próximo.

Manifestantes contra el Gobierno en Bahréin llenaron la Plaza Perla el sábado en Manama, obligando a la retirada de la policía anti disturbios en una enorme victoria y estableciendo un campamento para una estancia prolongada.

En la oriental ciudad libia de Bengasi, un testigo dijo a Reuters que francotiradores disparaban contra la población desde un recinto fortificado.

"Decenas murieron (...) No 15, decenas. Estamos en medio de una masacre aquí", dijo el residente, quien no quiso ser identificado. El hombre dijo que salió a ayudar a llevar a las víctimas al hospital local durante los hechos del violencia del sábado.

Las autoridades libias no han permitido el ingreso de periodistas extranjeros desde que comenzaron las protestas contra Gadafi, por lo que ha sido difícil confirmar de manera independiente los relatos de testigos.

Human Rights Watch dijo que 84 personas habían fallecido durante los tres días de dura represión de las fuerzas de seguridad, montada en respuesta a las protestas contra el Gobierno que buscan emular los alzamientos en los vecinos Egipto y Túnez.

El malestar se ha propagado desde esos dos países, cuyos líderes fueron derrocados, hacia Bahréin, Libia, Yemen, Omán, Kuwait y Yibuti, mientras la gente sale a las calles exigiendo cambios políticos y económicos.

Los manifestantes contra el Gobierno encontraron diversos grados de fuerza en Yemen, Argelia y Yibuti, mientras que una corte egipcia aprobó un nuevo partido en un fallo histórico Las autoridades de Arabia Saudí negaron el permiso a activistas que buscaban crear el primer partido político del reino.

FRANCOTIRADORES

En Libia, la violencia se concentraba en torno a Bengasi, 1.000 kilómetros al este de la capital, donde el apoyo a Gadafi tradicionalmente ha sido más débil en el resto del país.

No había señales de una revuelta de nivel nacional, pero la red de micromensajería Twitter estaba muy activa con rumores de malestar en pueblos diferentes a Bengasi. Los reportes variaban desde el uso de mercenarios y aeronaves a morteros y artillería contra los manifestantes, pero con la prohibición de ingreso a los medios extranjeros al país, eran imposibles de verificar.

El servicio de Internet ha sido cortado en Libia, pero líderes musulmanes pidieron el fin de la violencia.

"Este es un llamamiento urgente de eruditos religiosos (alfaquíes y jeques sufí), intelectuales, y ancianos de clanes de Trípoli, Bani Walid, Zintan, Jadu, Msalata, Misrata, Zawiah y otras ciudades y pueblos en la zona occidental", dice la solicitud, que enviaron a Reuters.

El testigo de Bengasi dijo a Reuters que las fuerzas de seguridad habían establecido un perímetro en torno su "centro de comando" y disparaban contra cualquiera que se acercase.

El dijo que la gente murió después de que los manifestantes intentaron entrar al comando. Otro residente había dicho anteriormente que las fuerzas de seguridad estaban limitadas al recinto.

El residente dijo que la violencia está comenzando a afectar el suministro de alimentos. La agencia de noticias italiana Ansa citó a dos testigos italianos en Bengasi diciendo que la ciudad está "totalmente fuera de control"

"Todos los edificios institucionales y del gobierno, y los bancos, han sido quemados y luego los rebeldes han sacado y destruido todo. No hay nadie en las calles, ni siquiera la policía", dijo el testigo que se rehusó a ser identificado.

El Gobierno no ha entregado cifras oficiales de muertos ni ha realizado comentarios sobre la violencia.

El secretario de Relaciones Exteriores británico, William Hague, instó a Libia a dejar de utilizar la fuerza contra los manifestantes, declarando que era "inaceptable y horrendo", y pidió a los Gobiernos de Oriente Próximo que respondan a las "aspiraciones legítimas" de sus pueblos.

Los disturbios han ayudado a elevar los precios del petróleo y el oro.

Analistas dicen que Gadafi, a diferencia de los líderes egipcios, tiene un montón de dinero para invertir y suavizar los problemas sociales y es respetado en gran parte del país.

NEGOCIACIONES BAHRÉIN

En Bahréin, un aliado clave de Estados Unidos y donde se encuentra la Quinta Flota del país, miles de manifestantes celebraban mientras llenaban la Plaza Perla después de la retirada de la policía antidisturbios.

"Ya no le tememos más a la muerte, dejen que el Ejército venga y nos mate a todos para mostrar al mundo qué tipo de salvajes son", dijo Umm Mohammed, un profesor que lucía una abaya negra.

El Gobierno de Bahréin dijo que abrió un diálogo con los grupos de oposición que exigen reformas. El príncipe pidió un día nacional de luto por las seis personas muertas en las protestas de esta semana y llamó a la calma.

Anteriormente, él había anunciado a todas las tropas que salieran de las calles, cumpliendo una de las condiciones que un ex legislador del principal bloque opositor chií Wefaq.

La dinastía musulmana suní Al-Jalifa gobierna Bahréin, pero la mayoría chií se ha quejado por largo tiempo sobre lo que ve como discriminación en el acceso a empleos estatales casas y cobertura de salud.

Estados Unidos y el productor petrolífero Arabia Saudí ven a Bahréin como un bastión contra su vecino chií Irán.

En Egipto, una corte aprobó al Partido Wasat (el Partido de Centro), el primer partido nuevo que es reconocido desde que el presidente Hosni Mubarak fue derrocado este mes, y un funcionario dijo que habría una modificación al gabinete pronto.

En Yemen, un manifestante murió y siete resultaron heridos en enfrentamientos con partidarios del presidente Ali Abdula Saleh en Sanaa.

La policía antidisturbios en Argel evitó que unos 500 manifestantes marcharan por el centro de la ciudad.

Los alzamientos han afectado a toda la región y se han extendido hasta el pequeño de Yibuti en el Cuerno de África, donde tres políticos de la oposición fueron detenidos el sábado en una medida para aplastas las manifestaciones populares.

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