Usó la mayor parte del dinero para autofinanciarse en vez de hacer más compras.
Las polémicas emisiones lanzadas por Nueva Rumasa entre 2009 y 2010 se encuentran durante estos días más en entredicho que nunca. Además de cada una de las siete advertencias realizadas por la CNMV en las que dudaba públicamente de su liquidez, si se echa un vistazo a las cuentas de alguna de estas sociedades avalistas queda al descubierto que la compañía propiedad de los Ruiz-Mateos engañó a sus potenciales inversores sobre el destino final del dinero captado.
Así, en el último año ha estado publicitando que el dinero era para la compra de un líder alimentario, en referencia a SOS, cuando el consejo de administración de ésta había rechazado ya en sucesivas ocasiones sus propuestas y estaba negociando con otros inversores.
Pero no sólo eso. Ya en el folleto de venta de su primera emisión lanzada en febrero de 2009 bajo el paraguas de su filial Carnes y Conservas Españolas (Carcesa), Nueva Rumasa explicaba que utilizaría los recursos captados para acometer la compra de "varias sociedades que representaban auténticas oportunidades de negocio". Lo único cierto es que, si bien la compañía ha realizado pequeñas adquisiciones de empresas en crisis, (como la planta de Kraft en Mahón) el resto del dinero, que según el informe de auditoría alcanzaría los 70 millones, los ha destinado al pago de diferentes deudas distribuidas entre varias sociedades del renovado imperio.
Así, en las cuentas de Carcesa correspondientes a 2009 quedan registrados una serie de movimientos de tesorería que se encuentran lejos de lo prometido a los inversores. De estos 70 millones obtenidos por la emisión de pagarés, la sociedad que está ahora en situación preconcursal destinó sólo 1,7 millones millones de euros a la compra de la planta de la multinacional Kraft en Mahón, mientras que dedicó un montante de 41,6 millones a pagar créditos a corto de distintas empresas del grupo.
Deudas cruzadas
Por su parte, la deuda con entidades de crédito también a corto plazo se redujo de los 28,9 millones de 2008 a los 18,7 millones contabilizados en el ejercicio. En su informe, el auditor explica además que Carcesa "mantiene una partida sustancial de sus activos cedida en forma de préstamos a empresas del grupo y cuyo importe asciende a 124 millones de euros", sin matizar el importe prestado a cada sociedad. En total, el grupo tiene deudas cruzadas por importe de 250 millones. Pero ésta no es la única problemática surgida durante estos últimos meses en torno a las emisiones de pagarés de Nueva Rumasa. La tercera emisión de deuda corporativa asociada al holding propiedad de la familia Ruiz-Mateos, que se anunció en noviembre de 2009 con una oferta de pago de intereses de un 8 por ciento anual, suscitó también una enorme polémica debido a la supuesta valoración de un profesor del IESE cuyo nombre aparecía como referencia en la publicidad de dichos pagarés.
Valoraciones matizadas
En su anuncio, Nueva Rumasa explicaba que se trataba de "una sólida oportunidad de inversión garantizada por un tesoro de incalculable valor. Extraordinarias existencias de viejísimo Brandy de Jerez, con certificado del Consejo Regulador de la denominación Brandy de Jerez y con una valoración realizada por el insigne y prestigioso del IESE y doctorado en Harvard don Pablo Fernández López de 1.200 millones de euros".
Pues bien, el profesor del IESE, precisamente para evitar futuros problemas relacionados con su valoración, se apresuró a emitir un comunicado en los medios de comunicación en el que advertía de que su trabajo citado en la publicidad de Nueva Rumasa no era del todo exacto. Pablo Fernández matizó que esa valoración se correspondía a un encargo determinado, presentado meses antes, cuya única función era tasar el valor de las existencias. El propio profesor explicaba entonces que su valor real hubiera sido muy distinto, más concretamente inferior, si tuvieran que venderse como liquidación para hacer frente al pago de las emisiones.
Mientras se aclara la situación, desde la familia Ruiz-Mateos continúan mandando mensajes de tranquilidad.