La batalla por el control de Vega Sicilia sigue abierta. Los cinco hijos rebeldes de David Álvarez, el anterior presidente de la bodega, le han ofrecido volver al consejo de administración tras haberle cesado de todos sus cargos.
Emilio, Juan Carlos, Pablo, María y Elvira tendieron la mano tanto a su padre como a sus otros dos hermanos, a los que también estaban enfrentados: María Jesús y Jesús David. El pasado 30 de septiembre, en una entrevista con elEconomista, Pablo Álvarez, consejero delegado de Vega Sicilia, advertía ya que no iban a pelear por el control de la empresa. Pero la paz, no ha sido posible. Al menos por el momento.
Tanto David Álvarez como los dos hijos que le apoyan rechazaron su vuelta al máximo órgano ejecutivo, a la espera que concluya el proceso judicial que han iniciado para recuperar el control y que pude dejar invalidadas además todas las decisiones que se hayan adoptado en su ausencia, con carácter retroactivo.
Fuentes próximas a los hijos insistieron ayer, sin embargo, en que todavía queda tiempo para el acuerdo, ya que se ha decidido dar una semana de plazo a David Álvarez para que cambie de opinión.
Tras la pelea inicial, el hecho es que Emilio, Juan Carlos, Pablo, María y Elvira quieren buscar ahora a toda costa un entendimiento con su progenitor, conscientes quizás que puede pasar en Vega Sicilia lo mismo que en otra de las empresas de la familia, el grupo Eulen, de donde han quedado definitivamente apartados.
David Álvarez ejerció sus derechos en el gigante de los servicios y la limpieza y recuperó el control absoluto de la compañía que él mismo había fundado.
En El Enebro, la sociedad matriz de las bodegas Vega Sicilia y de la cárnica Valles del Esla la situación es sin embargo distinta porque las acciones están repartidas. Pero Álvarez sabe que tiene el 51 por ciento de los derechos políticos y está dispuesto a plantar batalla hasta donde haga falta.
Y ahora Bodegas Faustino
La situación de Bodegas Vega Sicilia se está repitiendo, además, en otra empresa del sector. A sus 78 años, Julio Faustino Martínez, presidente de Bodegas Faustino, ha expulsado también del consejo de administración a sus hijas Lourdes y Carmen Martínez Zabala y junto con su nueva pareja, Mari Cruz Lizarazu, se ha hecho con el control absoluto de la compañía, tal y como adelantó este diario el pasado 24 de enero.
De las expulsadas, Lourdes Martínez Zabala era la que tenía una de las mayores responsabilidades, ocupando la dirección financiera de la empresa y siendo la representante de la misma en el consejo de administración de FCC.