
La asamblea de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), el máximo órgano de gobierno de la patronal, se reúne hoy para abordar los avances en la negociación con el Gobierno del decreto ley de recapitalización de entidades financieras que se aprobará este viernes, informaron fuentes del sector.
La patronal de las cajas lleva días colaborando estrechamente con Economía tanto en la elaboración como en la redacción final del decreto ley para aclarar temas sobre el capital principal y la composición de la financiación mayorista y sus plazos.
El presidente de la CECA y de la Caixa, Isidro Fainé, se encarga de abordar los avances con la ministra de Economía, Elena Salgado, aunque también ha tratado la situación de las cajas de ahorros con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Definir la capitalización
Salgado ha anunciado este martes que el decreto incluirá una definición detallada de lo que se entiende por capital principal y que, una vez publicado el mismo, el Banco de España especificará lo que se entiende por financiación mayorista.
Economía considera elementos del capital principal los contenidos en Basilea III: capital, reservas, primas de emisión, intereses minoritarios, instrumentos suscritos por el FROB y, transitoriamente, instrumentos obligatoriamente convertibles en acciones, minorados por pérdidas, activos inmateriales y ajustes por valoración.
La futura norma establecerá un requisito de capital del 8% para las entidades, que se eleva al 10% para aquellas que no coticen, no cuenten con inversores privados en al menos el 20% del capital, y dispongan de una dependencia de la financiación mayorista de más del 20%.
Si las entidades no alcanzan por sus propias vías recursos para fortalecer su capital y cumplir con las exigencias antes del próximo mes de septiembre, recibirán recursos del FROB, lo que significará su nacionalización parcial y, podría suponer sanciones para los directivos de las entidades intervenidas.
Plazo insuficiente
Algunas entidades consideran que el plazo dado hasta septiembre no es suficiente para que las cajas den su salto al parqué y son partidarias de que éste se dilate, máxime cuando las circunstancias del mercado pueden no acompañar a este tipo de operaciones.
En este sentido, las cajas defienden que sus proyectos de salida a bolsa, de dar entrada a inversores privados en su capital o de reducir su dependencia a la financiación mayorista sirvan para entrar en el grupo de entidades que deben contar con un capital del 8% hasta que expire el plazo que finalmente fije el Gobierno.
Los presidentes de diversas cajas de ahorros se han manifestado claramente en contra de lo que consideran una discriminación frente a los bancos, en los que es mayoritaria la consideración de que la diferenciación es justa por el mayor riesgo que entrañan las cajas, sobre todo por su exposición al ladrillo.