Madrid, 18 sep (EFECOM).- El sector del transporte de mercancías por carretera ha advertido de que los productos de la cesta de la compra pueden registrar un nuevo repunte por un incremento del precio del transporte de mercancías.
Esta es la conclusión de la jornada, celebrada hoy, sobre las consecuencias de la nueva normativa social en el transporte por carretera organizada por la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Aspic) y la Fundación Francisco Corell.
El motivo de la preocupación del sector es una nueva regulación -mucho más rígida- de los tiempos de trabajo de los conductores que afecta sólo a los asalariados, mientras que excluye a los autónomos, lo que "genera una distorsión importante de la competencia" entre ambos colectivos, señaló a EFE el presidente del Patronato de la Fundación Francisco Corell, Miguel Ángel Ochoa Cinchetru.
En el último año y medio se han producido cambios en la legislación social que afectan al sector: fundamentalmente la transposición -mediante el Real Decreto del 6 de julio de 2007- de la Directiva Europea de 2002/15 al ordenamiento jurídico español, que favorece a autónomos en detrimento de grandes empresas del transporte.
En opinión de Ochoa Cinchetru, el Ministerio de Trabajo español ha ido "más lejos de lo que marca la propia directiva europea" en su transposición en España, en tanto que muchos países europeos todavía no la han transpuesto o lo han hecho de una forma menos estricta o la han transpuesto en sus justos términos.
En España, para hacer el mismo trabajo se necesitarán más conductores, lo que se traducirá en un incremento de las tarifas, lo que, a su vez, "se trasladará, tarde o temprano, al consumidor final", según Astic.
Esta situación ha empezado a provocar la fragmentación de las grandes empresas del sector y la contratación de flotas extranjeras, principalmente de Alemania, Holanda y los países del Este.
Las compañías españolas han salido fuera de España y han creado filiales en otros países europeos que quedan sujetas a la legislación vigente de cada uno de ellos.
La transposición española de la directiva europea establece los tiempos de trabajo de los conductores del transporte por carretera mucho más rígidos, pero sólo para los asalariados, ya que los autónomos quedan excluidos de la nueva regulación.
La asociación ha presentado ante el Tribunal Supremo la impugnación de dicho Real Decreto, a la que se han sumado otras asociaciones del sector, entre ellas, la patronal del transporte de pasajeros FENEBUS.
La directiva europea establece un máximo de nueve horas de trabajo, seguidas de un descanso de tres horas, y considera, además, los tiempos de carga y descarga de mercancía como horas de trabajo, pero sólo en el caso de los asalariados.
La patronal dejó claro que nunca ha pedido más horas de trabajo en detrimento de las de descanso, lo que solicita es que las normas sean iguales para todos, ya que la transposición española obligará a los conductores asalariados a convertirse en autónomos, para evitar el paro.
Ante esta situación, Astic pide al Gobierno que revise la trasposición que se ha hecho -sin consenso- de la directiva europea, para evitar una posible crisis en el sector, porque no está de acuerdo con el modelo impuesto en España que repercutirá negativamente tanto en los trabajadores como en los empresarios. EFECOM
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