Francisco Hernando, más conocido como El Pocero, se enfrenta a cuatro penas de un año de prisión menor cada una por varios delitos contra la Hacienda Pública, según una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, del 25 de enero de 2007, a la que ha tenido acceso elEconomista
Con este fallo, el tribunal presidido por el magistrado Jesús Hernández Entralgo refrenda la condena dictada por el Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid el 12 de julio de 2004, que fue recurrida por los abogados del constructor.
Recurso de amparo frente al Constitucional
Sin embargo, la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid "no es susceptible de recurso ordinario", lo que ha llevado a los representantes legales de El Pocero a presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
Según ha confirmado a este diario el abogado de Hernando, el pasado 20 de marzo presentó un recurso de amparo, alegando que todo el mundo tiene derecho a un proceso sin dilaciones, y los delitos por los cuales ha sido condenado su cliente se remontan a 1992 y 1993.
"Es una circunstancia atenuante que implicaría convertir en multa cualquier pena de privación de libertad", explica el letrado, que también ha presentado un incidente de nulidad contra la sentencia de la Audiencia Provincial. El Constitucional todavía no ha dicho si admite a trámite el recurso.
Aunque se pronuncie en contra de los intereses de El Pocero, su abogado interpreta que éste podría acogerse al beneficio de libertad condicional que contemplaba el antiguo Código Penal, bajo el cual se ha juzgado todo el proceso.
Además, asegura que el constructor ya ha satisfecho los 1,9 millones de euros de responsabilidad civil que le impuso el juez.
La causante, Horpavisa
Los delitos por los cuales ha sido condenado El Pocero enlazan con Horpavisa, buque insignia del empresario hasta 1994, cuando presentó la quiebra necesaria, aunque sus efectos se retrotraen hasta el 31 de octubre de 1992.
Apenas un mes antes, el 25 de septiembre de 1992, Hernando, en presentación de Horpavisa, y su hijo, Francisco Hernando del Saz, constituyeron Patrimonio 2000, sociedad a la que Horpavisa aportó dos parcelas, cada una con una vivienda unifamiliar, en Boadilla del Monte (Madrid); y otras dos parcelas en el polígono industrial Pinares Llanos, en Villaviciosa de Odón, con una edificio de oficinas y una nave en construcción.
Estas aportaciones se valoraron en 534 millones de las antiguas pesetas (3,2 millones de euros). El 31 de marzo de 1993, Patrimonio 2000 amplió capital en 15 millones de pesetas (90.151 euros), que suscribió Horpavisa en su totalidad a cambio de aportar un edificio de oficinas construido en la parcela 47 del citado polígono.
Fracasos inmobiliarios
Cuando se llevaron a cabo todos estos movimientos, Hernando atravesaba una compleja situación económica, derivada de su fracasado intento de levantar varios proyectos inmobiliarios en Villaviciosa, comparables al que está desarrollando en Seseña (Toledo), con su urbanización de 13.500 viviendas.
La sentencia de la Audiencia Provincial considera que "Patrimonio se creó como una sociedad instrumental de Horpavisa (...), una sociedad de fachada que suscita, pese a sus protestas de buenas intenciones, una grave sospecha de maniobra en fraude de acreedores".