
La Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) puso el grito en el cielo cuando leyó el borrador que regulará el juego en España. Por ello, presentó un abultado informe en el que relataba con todo lujo de detalles tanto lo que, según ella, no puede ser bajo ningún concepto como aquello que puede perjudicar compromisos de pago ya adquiridos con terceros en función de unas retribuciones pactadas hace, incluso, 20 años.
De esta forma, en el escrito, al que ha tenido acceso elEconomista, solicita cobrar de las casas de apuestas al igual que lo harán el Estado y las autonomías.
Explica, en primer lugar que la LNFP se configura como una asociación de derecho privado integrada, exclusiva y obligatoriamente, por todos los clubes y sociedades anónimas deportivas que participan en competiciones oficiales de fútbol de ámbito estatal y carácter profesional, siendo ella la responsable de la organización de dichas competiciones y ostentando la explotación comercial de cuantos derechos y productos sean inherentes o consecuencia de la misma.
Por eso asegura que "no es razonable que el Estado admita que para facilitar el negocio de un tercero pueda éste apropiarse de los elementos centrales de la organización de otros" y añade, "pero tampoco es razonable que esto (consentido por el Estado) no tenga ni siquiera la recompensa del reconocimiento del derecho de retorno al sector como consecuencia de facilitar el soporte sobre el que se monta el negocio".
Por ello, piden que sean otras normas reglamentarias o sectoriales las que fijen la cuantía del retorno. También considera que la inclusión de sus competiciones en las apuestas deportivas "exige su consentimiento" y la "formalización de un título jurídico que lo ampare".
Además, la LNFP considera que si no se solicita esa autorización "no puede producirse la autorización administrativa sin incurrir en ilegalidad y en responsabilidad por daños".
Por otro lado, explica que si los ciudadanos se atreven a apostar sobre los resultados de las competiciones que organizan es porque saben que son serias, ya que hay una organización detrás que se encarga de dotarle de la seriedad que merece. Además, añaden en el texto, ellos son los que se encargan de promocionar sus competiciones en prensa, radio y televisión y, por supuesto, de sufragar esos gastos.
La petición que envió la LNFP a Loterías y Apuestas del Estado (LAE) puede resultar extraña aquí en España, sin embargo, es algo común en otros países europeos en los que el juego online ya está regulado. Así, en Francia los clubes de fútbol reciben un 1 por ciento de lo recaudado; en Inglaterra con gran tradición en apuestas deportivas, los operadores de juego están obligados a firmar un acuerdo con la Premier (la LNFP inglesa) y en Alemania, los organizadores reciben un porcentaje que varía en función de los acuerdos alcanzados.
Compromisos con terceros
Éste es uno de los puntos que más ha enfurecido a la LNFP, ya que tal y como está redactado el borrador los compromisos que tiene adquiridos con terceros sobre los retornos que obtiene de la Quiniela quedan en el aire y, además, se recortan.
El 10 por ciento de los beneficios obtenidos son para la LNFP que los distribuye entre el pago del crédito del Plan de Saneamiento de los clubes que se firmó en 1990; en promocionar la competición y en seguridad en los estadios. Si sobra dinero se paga a futbolistas cuyos clubes estén en concurso de acreedores y, por último, se potencia la cantera.
Por ello, en su escrito asegura que "la aplicación de los términos del borrador suponen una alteración sobrevenida de derechos consolidados de los que la LNFP no puede hacerse responsable" por eso anuncia "su intención de revisar, denunciar y rescindir cualquier obligación asumida con arreglo a la normativa preexistente que no pueda ser mantenida con los ingresos procedentes de la recaudación recortada". El borrador, por lo tanto, concluye la LNFP, "no es respetuoso con los derechos y con la organización que con tanto esfuerzo económico y empresarial viene realizando".
Hay que recordar que según las estimaciones de la asociación de apostadores por Internet (Aedapi), el juego online registrará en España en 2010 unos beneficios que superarán los 300 millones. Del mismo modo, se espera que en Europa un mercado mucho más maduro que el estadounidense y con más países regulados, genere unos beneficios que ronden los 5.000 millones frente a los 3.000 millones de EEUU, donde las apuestas son ilegales.