La empresa salmantina Jamón Salamanca se ha puesto el mundo por montera. La compañía de productos ibéricos del constructor Mariano Rodríguez no sólo ha conseguido ser una de las primeras empresas españolas en homologar sus instalaciones para poder vender en China, sino que ha entrado en el exclusivo club que suministrará productos agroalimentarios al Gobierno del gigante asiático.
La empresa salmantina está inmersa desde hace años en una intensa ofensiva comercial fuera de nuestras fronteras. De hecho, está a punto de obtener el certificado para vender en Estados Unidos, un mercado que le abrirá además las puertas a países limítrofes con legislaciones similares. Será el último eslabón para estar presente en todo el mundo.
Mariano Rodríguez fue uno de los seis empresarios del sector de la agroalimentación que la pasada semana asistió en el Palacio de la Moncloa a la firma de varios acuerdos comerciales con China durante la visita del viceprimer ministro de este país, Li Keqiang.
El acuerdo permitirá que Jamón Salamanca suministre a una de las compañías que prestan los servicios de restauración y catering al Gobierno chino para todos sus actos protocolarios.
Verena Sánchez de Molina, directora de Exportaciones de Jamón Salamanca, que distribuye sus productos con la marca Valturra Ibéricos, fue la persona encargada de cerrar un acuerdo que "no sólo es muy bueno para nosotros, sino para todo el sector, al igual que ocurrió cuando Jamones Fermín logró entrar en Estados Unidos".
De hecho, muchas empresas podrán utilizar las instalaciones homologadas de la compañía salmantina para vender en ese país.
Jamón Salamanca dispone del mayor complejo de ibérico del mundo, con veterinarios y laboratorios propios. Sus instalaciones tienen capacidad para el sacrificio de 330.000 cerdos al año.
El acuerdo, de carácter bianual, supone un importante empujón para los planes de exportación de la chacinera salmantina en China, donde exporta desde hace dos años. Y es que el mercado interior no sólo se ha visto afectado por el descenso de ventas, sino que la guerra de precios ha reducido los márgenes hasta un 35 por ciento en algunos productos.
La próxima parada es Estados Unidos. A finales de enero o principios de enero, la compañía espera la visita de las autoridades norteamericanas para recibir el último visto bueno, explica Sánchez de Molina. "De ahí a un plazo de tres meses, que es el tiempo de curación, podremos vender salchichones o lomos. En el caso del jamón requerirá un mínimo de un año".
A partir de ahí se abrirán las puertas de países como Canadá, Costa Rica o Puerto Rico, "que tienen unas legislaciones sanitarias similares", asegura la directiva.