Asunción, 10 sep (EFECOM).- Las autoridades paraguayas cerraron hoy durante varias horas el aeropuerto internacional Silvio Petirossi, en las afueras de Asunción, debido a la humareda causada por los incendios forestales en el norte del país.
El director de Aeronáutica de esa terminal aérea, Hugo Aquino, informó a los periodistas de que las operaciones fueron reanudadas a las 14.00 hora local (18.00 GMT) tras mejorar la visibilidad.
El Silvio Petirossi, el principal aeropuerto del país, permaneció cerrado en las primeras horas de hoy debido a la intensa humareda que cubre desde hace días la capital y ciudades aledañas, lo que afectó a un promedio de cuatro a seis vuelos que se realizan regularmente, según Aquino.
"La visibilidad horizontal era de 600 a 800 metros y la requerida para una estación aérea es de 1.200 metros", explicó el funcionario, quien precisó que debieron operar con la cooperación del aeropuerto Guaraní, en Ciudad del Este, a 330 kilómetros de Asunción y en la frontera con Brasil.
Fuentes aeronáuticas explicaron a Efe que tres aviones de las empresas TAM y otra de GOL, ambas brasileñas, aterrizaron en Ciudad del Este, y tras la reapertura del Silvio Petirossi arribó a la capital uno de los vuelos provenientes de Sao Paulo.
A raíz de la prolongada sequía y los incendios forestales que afectan principalmente al norte de Paraguay, el Gobierno ha declarado el estado de emergencia en los departamentos de San Pedro (centro), Concepción (norte) y Presidente Hayes (en el Chaco, región occidental).
También se registran siniestros en bosques, cultivos y pastizales de las provincias de Guairá (centro sur) y Canindeyú (al noreste de la capital y fronterizo con el estado brasileño de Mato Grosso do Sul).
El ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional, José Key Kanasawa, precisó hoy que de los 5.600 focos de incendios registrados en los últimos días en esos departamentos lograron reducirlos hasta hoy a 567.
Kanasawa consideró además de gran ayuda los tres aviones hidrantes cedidos el viernes pasado por el Gobierno de Brasil para combatir las llamas.
Por su parte, la Secretaría del Ambiente sostiene que la mayoría de los siniestros son provocados y advirtió que esas prácticas constituyen un delito ecológico que está penado por la ley y prevé una condena máxima de cinco años de prisión.
Según las autoridades, gran parte de los incendios forestales se deben a la quema intencionada de pastizales que se realiza en esta época del año para mejorar el rendimiento de la tierra.
La prolongada sequía obligó también al Gobierno a enviar agua y víveres al Chaco, que concentra grandes explotaciones ganaderas y en la que hace más de tres meses no se registran lluvias importantes.
La falta de agua en la región chaqueña generó la caída de la producción láctea de grandes haciendas e industrias situadas en la zona central, así como la pérdida de peso del ganado en las áreas afectadas por la sequía, según las fuentes. EFECOM
rg/lb/cr
(con fotografía)
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