
A falta de conocer los datos finales correspondientes al mes de diciembre, que alterarán mínimamente el resultado de la fotografía sectorial, la industria de las cuatro ruedas cerró el pasado ejercicio con 124.000 trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE), bien en su versión temporal o de extinción.
Se trata de procesos laborales abiertos por los fabricantes de turismos, proveedores y vendedores, que pueden materializarse en los próximos meses hasta su vencimiento en función de las necesidades de las empresas que los han solicitado, según reconocen fuentes del sector.
Ajustes de capacidad
En los once primeros meses del año pasado, las distintas compañías del sector acometieron ajustes de capacidad laboral que han afectado a un total de 80.000 trabajadores, en su mayor parte ligados a la comercialización de vehículos, uno de los segmentos más afectados por la caída de ventas a clientes particulares, canal que al término de 2010 experimentó un retroceso del 11,3 por ciento, de acuerdo con las estimaciones de Anfac y Ganvam.
Atendiendo al origen de los ajustes de empleo, los diez fabricantes de automóviles instalados en España han aguantado el chaparrón con dificultades, pero notablemente mejor que otras partes de la industria. Así, los expedientes de regulación de empleo abiertos afec- taban al término de noviembre a 21.000 trabajadores, aunque la aplicación real del ajuste temporal afectaba a 10.000 personas. Con todo, desde el año 2008 un total de 4.000 trabajadores han pasado a engrosar las cifras del paro tras aplicarse expedientes de regulación de empleo extintivos, lo que equivale a decir que el ajuste se ha llevado por delante al 6 por ciento del empleo total, cifrado en 65.814 trabajadores al término de 2009.
Los concesionarios los que más han sufrido
Mucho peor han ido las cosas en el negocio de la distribución de vehículos. Los concesionarios han sufrido uno de los peores años de su historia, con el desplome de las ventas en el segundo semestre, tras la conclusión de las ayudas contempladas en el Plan 2000E y la subida de dos puntos en el IVA. La confluencia de estos dos factores provocó un encarecimiento de los vehículos de hasta 2.500 euros, lo que tuvo un efecto directo sobre los consumidores, motivando el desplome de las ventas de particulares, y obligando al sector a lanzar promociones muy agresivas, según ha reconocido Ganvam.
Para colmo de males, el Ministerio de Industria ha dejado de desembolsar dos millones de euros correspondientes a 4.500 operaciones de compra-venta por un problema informático.
Distribución y empleo
La patronal calcula que desde el ejercicio 2008 se han destruido 38.000 empleos sobre 150.000 puestos de trabajo (el 25 por ciento) en las redes de distribución y más de un millar de pequeñas y medianas empresas han tenido que echar el cierre a sus negocios.
De annus horribilis puede calificarse el ejercicio 2010 para las compañías proveedoras. De acuerdo con las fuentes consultadas, la crisis económica se ha llevado por delante a cuarenta plantas secundarias, de menor nivel, correspondientes a pymes especializadas. De los 65.000 trabajadores sujetos a expedientes de regulación aprobados por la autoridad laboral en 2010, se han aplicado procesos que han afectado a 15.000 trabajadores, aunque desde 2008 se han contabilizado 14.000 despidos definitivos.
Crisis continuada
El cierre provisional de 2010 supone en la práctica la continuación del calvario vivido durante el ejercicio 2009, en el que 130.272 trabajadores de la industria de la automoción resultaron afectados por expedientes de regulación de empleo, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo.
La cifra supuso multiplicar por más de tres las regulaciones de empleo contabilizadas en ese año. La crisis económica, en plena ebullición, también tuvo un fiel reflejo en el número de expedientes de regulación de empleo acometidos, que pasaron de 217 a 564, lo que en la práctica supuso un aumento del 160 por ciento.
Para casi 125.000 trabajadores fueron ajustes de tipo temporal, minimizados por los efectos positivos derivados de los planes de incentivos a la compra de coches y la recuperación del mercado europeo.