Para un niño el juguete es un canal para descubrir el mundo, es una herramienta de aprendizaje y es un objeto de placer.
La importancia del juguete
Para un niño el juguete es un canal para descubrir el mundo, es una herramienta de aprendizaje y es un objeto de placer. Es el primer paso para un desarrollo eficaz, porque significa descubrir que el aprendizaje y el disfrute van unidos.
"El juguete es el vehículo indispensable para fomentar y desarrollar aspectos psicológicos en los niños. A través del juego estimulamos habilidades intelectuales tales como creatividad y habilidades visoperceptivas. Además, el juguete es una excelente vía para desarrollar aspectos emocionales y sociales", nos explica la psicóloga Marta Eguidazu.
Pero además de la satisfacción del juego, está la satisfacción del regalo. El regalo es símbolo de cariño, es un premio, una aprobación. Expresa un sentimiento positivo de quien da a quien recibe.
Sin embargo, los que somos padres, descubrimos desde el momento en que empezamos a celebrar Fiestas y cumpleaños con nuestros hijos, de qué forma se puede desvirtuar todo este significado del juguete regalado.
- Por un lado, nuestros niños reciben demasiados juguetes como para aprender y disfrutar con cada uno de ellos.
- Por otro lado, obvian el significado del regalo y se convierten en personas exigentes desde muy pequeños, considerando que el premio es arbitrario e inherente a sus circunstancias.
Demasiados juguetes
Navidades y cumpleaños son las dos fechas clave en las que sentimos la necesidad de tener un trastero en exclusiva para guardar todos los juguetes que reciben nuestros hijos. Conscientes del exceso, la mayor parte de los padres guardamos un buen lote de paquetes sin abrir, a los que daremos salida a lo largo del año:
- Se los entregamos al niño a lo largo del año a modo de premio, por buen comportamiento, por un esfuerzo destacado, por una convalecencia, etc.
- Utilizamos esos regalos para dárselos a otros niños en sus cumpleaños, ahorrándonos esos nuevos gastos.
Cuando la acumulación es excesiva, y cuando nos encontramos con decenas de juguetes que nuestros hijos ya no utilizan, muchos empaquetamos y hacemos una donación: en parroquias, fundaciones, rastros, etc.
Una fiesta para donar juguetes
Una costumbre extendida en países anglosajones es la de celebrar fiestas de donación. Una vez pasadas las Navidades, y tras el exceso de comilonas y de regalos, puede ser una buena idea organizar una merienda o pequeña fiesta infantil, con una norma explícita: la de traer un regalo de los que se hayan recibido, para que después sea donado.
La organización de una fiesta de este tipo es bien sencilla:
1- Hablamos con una organización o parroquia con la que acordaremos la donación de los juguetes. Muchas asociaciones sólo recogen juguetes en fechas previas a la Navidad, pero las ongs o entidades que trabajan con países en vías de desarrollo realizan este tipo de proyectos con mayor frecuencia.
2- Enviamos las invitaciones con la información explícita de traer un regalo de los que se hayan recibido durante las Navidades previas. En la invitación se debe indicar cuál será la entidad a la que se donarán los juguetes.
3- En el espacio donde celebremos la fiesta tendremos que colocar un saco, caja o baúl en el que se depositarán todos los regalos. Es importante que, si la fiesta se celebra en una casa, no se confundan los juguetes que se donan, con los que se van a utilizar.
4- Tendremos que encargarnos de llevar todos los juguetes al lugar de la donación.
5- Es importante hacer llegar una tarjeta, carta o mensaje a los niños que han donado sus regalos, y por extensión a sus padres, con el agradecimiento y con toda la información sobre el destino de los juguetes regalados.
Según Marta Eguidazu, psicóloga experta en niños y adolescentes, "donar juguetes favorece una mayor conciencia en los niños de las dificultades que atraviesan otros. Asimismo, generamos valores tales como el altruismo de forma práctica o la capacidad en el niño de dar sin esperar... algo que cada vez está menos presente en la sociedad".