
La batalla judicial entre Iberdrola y ACS se recrudece. La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán tiene abiertos dos frentes con la multinacional que preside Florentino Pérez, para tratar de frenar el avance de ACS en su capital, mientras que la constructora se verá las caras con Iberdrola el 18 de enero en los tribunales de Bilbao por prohibirle entrar en el consejo de administración.
El pasado 27 de mayo la eléctrica denunció a su primer accionista, que desde el 27 de diciembre posee el 20,2% de los títulos de Iberdrola, al considerar que las cuentas publicadas por la constructora en 2009 no reflejaban la realidad de la compañía. Así, la multinacional que preside Sánchez Galán impugnó los resultados de ACS a los que les atribuye un desfase de unos 1.400 millones de euros en concepto de minusvalías.
Iberdrola considera que el resultado de la compañía de Florentino Pérez incurrió en pérdidas de 405 millones de euros frente al beneficio declarado de 988 millones si se hubiesen contabilizado correctamente los resultados y si se hubiese calculado con rigor el valor de las inversiones en participadas. En concreto, Iberdrola hace referencia a sus propios títulos, que cayeron desde los 7,6 euros al que los compró ACS hasta los 5,6 euros actuales, lo que implica un deterioro del activo del 34%.
Varios frentes
A esta situación se suma el incremento de la deuda acumulada por la constructora para ganar peso dentro de Iberdrola. En la ultima semana de diciembre, Florentino Pérez ha destinado unos 2.300 millones de euros a comprar el 4,3% de las acciones que le faltaba para cruzar su meta. Según los datos concretos de la evolución de la deuda de ACS después de las compras, según BPI (Banco Portugués do Investimento) pasaría de 9.362 millones de euros a 11.562 millones.
El segundo frente abierto de ambas compañías se centra en Natixis, el banco de inversión francés que es custodio del 5% de los títulos que ACS tiene de Iberdrola a través de equity swaps. La multinacional que dirige Sánchez Galán requirió el 9 de septiembre ante el juez que la entidad aporte el coste y el precio de la renovación en febrero de 2009 de los equity swaps, al entender que tiene relación con el asunto que se va a juzgar, ya que tiene que ver con el mantenimiento de los poderes de ACS.
Enemigos directos
El tercero de los frentes, y no por ello menos importante, es la pugna que mantienen ACS e Iberdrola desde que el 27 de marzo de 2010 la constructora denunciara a la eléctrica por haberse negado a admitir la entrada de un consejero de la constructora en su consejo de administración. Así, ACS ha impugnado la Junta en la que el 70% de los accionistas decidieron echar a José María Loizaga cinco minutos después de que ésta comenzara.
ACS apela a la ley de representación proporcional para lograr entrar en el órgano de decisión de la eléctrica, mientras que Iberdrola defiende su postura asegurando que la constructora es su principal competidor.
ACS cuenta con numerosas líneas de negocio que se solapan con algunas de las principales actividades que desarrolla el Grupo Iberdrola, sobre todo en el sector de las energías renovables. Un sector que cada vez es más importante en las cuentas de la multinacional y por la que se han enfrentado en varias ocasiones, tanto a nivel nacional (ver gráfico) como a nivel internacional en México (los parques de Oaxaca) y EEUU.
Negocios con peso
Las ventas del negocio de servicios industriales y energía cada vez tiene más peso dentro de las cuentas de ACS. En el tercer trimestre de 2009 supuso el 43% de las ventas totales de la constructora mientras que en el mismo periodo de 2010 alcanzó el 45%. En concreto, en el último año, los ingresos obtenidos sólo por las energía renovables crecieron un 55% hasta los 229 millones.
Aunque ACS ha puesto en venta su negocio de energía renovable por unos 5.000 millones de euros, ambas compañías aún serían competencia en el sector de la ingeniería, donde ACS está presente a través de su filial Cobra.
Hasta que se celebre la vista el 18 de enero no está nada decidido, pero en el caso de que el tribunal falle a favor de ACS, Iberdrola tendría que admitir su presencia (que ahora asciende a dos o tres consejeros). Una situación que le viene como agua de mayo, ya que su objetivo es tener presencia en la electrica y hacerla valer con una presencia en el consejo de administración para lograr consolidar sus resultados.