
Buenos Aires, 4 sep (EFECOM).- Los trabajadores del ferrocarril Roca comenzaron hoy una huelga en repudio a agresiones sufridas de parte de pasajeros indignados por fallos en el servicio, lo que dejó de a pie a unas 600.000 personas que lo usan a diario en Buenos Aires.
La protesta de 48 horas de duración obligó a cerrar la terminal de Constitución, una de las dos grandes estaciones de trenes de Buenos Aires, y congestionó el servicio de autobuses y el transito en autopistas y avenidas de acceso a la capital argentina.
El sindicato Unión Ferroviaria llamó a la huelga a raíz de las agresiones sufridas anoche por empleados de venta de boletos de parte de pasajeros indignados por la cancelación de un servicio hacia ciudades de la zona sur de la populosa zona metropolitana bonaerense.
El ferrocarril Roca pasó a manos del Estado en mayo pasado, cuando después de unos disturbios desatados por cientos de pasajeros enardecidos en la estación Constitución el Gobierno rescindió el contrato con la empresa Transporte Metropolitano por "graves y reiterados incumplimientos" en el servicio.
La decisión de los trabajadores de hacer un paro en respuesta a las agresiones de los pasajeros "excede" al organismo de gestión estatal que se hizo cargo del servicio, afirmó su portavoz, Eduardo Montenegro, quien admitió que no ve "una pronta solución" al problema.
Montenegro aseguró que las demoras que ayer provocaron incidentes en Plaza Constitución se debieron a "un sabotaje" y al "suicidio de una persona" que se arrojó a las vías.
Dijo que se ha pedido al Ministerio de Trabajo que dicte una conciliación obligatoria en el conflicto de modo de poder reanudar el servicio.
A raíz de las deficiencias en los servicios ferroviarios, privatizados en la década de la década de 1990, el Gobierno argentino ha puesto en marcha una reestructuración que prevé la participación de empresas privadas bajo un estricto control público. EFECOM
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