La guerra entre Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) y Hermès está servida. El imperio del lujo de Bernard Arnault, que desembarcó en el capital de su rival el pasado mes de marzo, alcanzó la semana pasada el 20 por ciento del accionariado. Su objetivo es convertirse en un accionista a largo plazo, pero Hermès está dispuesta a plantar batalla. Tras calificar la operación como hostil, sigue insistiendo en que LVMH debe salir de su capital.
Guillaume de Seynes, director general de la empresa y tataranieto de Thierry Hermès, creador de la firma francesa en 1837, se muestra contundente en una entrevista con elEconomista.
"El hecho de que LVMH haya entrado en el capital no cambiará nada respecto a la intención de la familia Hermès de mantener un estrecho control sobre la empresa", asegura. En opinión de De Seynes, "los valores de calidad, consistencia a largo plazo, creatividad y respeto a la artesanía son incompatibles con la lógica de un grupo financiero".
El ejecutivo reconoce que en Hermès se sorprendieron "por la forma disimulada" en la que LVMH entró en el capital, pero aún así prefiere centrarse en el desarrollo de su negocio, en un año que pese a la crisis, está siendo realmente satisfactorio.
Fuerte crecimiento
"Las ventas en los nueve primeros meses del año están creciendo a un ritmo del 25,4 por ciento. Hasta septiembre hemos alcanzado una facturación de 1.664,8 millones de euros", dice De Seynes. Y por si fuera poco, en algunas zonas, las ventas han aumentado incluso hasta un 50 por ciento, como en Asia.
En los mercados más maduros, como Francia o Estados Unidos, "Hermès está resistiendo muy bien la crisis y 2010 será un año realmente excepcional".
¿Pero qué ocurre en España? El director general de Hermès asegura que "se trata de uno de nuestros mercados europeos más importantes, con seis tiendas, y estamos creciendo a dos dígitos en 2010".
Hermès no es, además, un caso aislado. Tras las dificultades registradas en 2008 y el primer semestre de 2009, el sector está registrando un mejora significativa a lo largo del presente ejercicio, "gracias sobre todo a los mercados emergentes, como China".
Entre los retos para el futuro, está crecer a través de Internet. Hermès empezó a operar ya en Estados Unidos en el año 2002 y, tras extender su actividad comercial online a Francia y el resto de Europa hace tres años con una selección de productos, piensa ahora en ampliar su oferta. "Nuestros planes siguen siendo crecer y dar un servicio adicional a los clientes", concluye De Seynes.