Madrid, 3 sep (EFECOM).- La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, agradeció hoy la confianza que ha depositado en ella el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y confió "estar a la altura" de la misma, ya que "desde luego esfuerzo estoy dedicando a todo del mundo".
Álvarez, que explicaba así en el programa "Los Desayunos de la TVE" el apoyo del presidente del Gobierno a su gestión al frente de Fomento, aseguró que "vamos a ver los resultados y aunque hay buenos, pues también tendrá que haber malos".
En contra de las críticas recibidas a su gestión desde todos los grupos parlamentarios, según la titular de Fomento, "hay muchas cosas que se están haciendo", lo que queda demostrado en las encuestas realizadas a los ciudadanos, para los que "el sector de las infraestructuras no es motivo de preocupación".
Añadió que lo ve así porque es "mi responsabilidad y lo que intento es que cada vez sea menor ese motivo de preocupación".
Respecto de su posible salida del ministerio, como ocurrió con las titulares de Cultura y Vivienda, Carmen Calvo y María Antonia Trujillo, respectivamente, Álvarez señaló que las dos "son buenas amigas y compañeros", por lo que "sentí que dejaran el Ejecutivo en ese momento".
En su opinión, "todos tenemos que estar preparados para irnos en cualquier momento y tener poco equipaje". "Yo tengo en mi despacho unas fotos y cuando me tenga que ir las meteré en una bolsita de plástico y me iré tan contenta, eso es algo en política para lo que tenemos que estar preparados".
En cuanto a la crisis de las infraestructuras en Cataluña, la ministra se mostró segura de que "mirando al futuro estamos tomando medidas para minimizar los efectos de cualquier incidencia".
Para explicarlo se remontó a lo que consideró "el primer trago desagradable": la nevada en el aeropuerto de León, donde no había quitanieves, pero ahora su número se ha duplicado y, además "hemos puesto aparcamientos para que la gente pueda esperar cuando el tiempo empeore".
La ministra, que reconoció su responsabilidad en ese caso y "no del Gobierno", insistió en "la complejidad y la dificultad de dar una respuesta adecuada en un corto espacio de tiempo, cuando ya lo has previsto".
Respecto de un mapa de PCA (puntos de concentración de accidentes), Álvarez dijo que una de las mejores maneras de solucionar el problema es "convertir todas las carreteras en autovías".
En este sentido, explicó que, al final de la legislatura, "vamos a poner 1.900 kilómetros de autovía, con lo que llegaremos a 8.000" y recalcó el esfuerzo que supone poner casi 2.000 kilómetros más.
La ministra negó la utilización de las obras con fines electorales e indicó que "estamos trabajando para transformar España y estamos trabajando para terminar determinadas obras, pero también estamos comenzando muchas más".
Para ilustrarlo, aportó el dato de licitación que supone un incremento del 70% en obra al final de esta legislatura en comparación con la anterior.
La apuesta del Ejecutivo socialista es "dar un cambio al país desde el punto de vista de las infraestructuras y reconoció la existencia de muchas obras, pero "lo que queremos es que se vayan poniendo en servicio con una racionalidad y con una eficiencia".
En cuanto al malestar que crean algunas obras, la ministra consideró "normal que haya problemas al principio, cuando la pones en funcionamiento".
Como ejemplo, recordó la inauguración de la nueva terminal del aeropuerto madrileño de Barajas T-4, con la que "sufrí y ahora todo el mundo envidia y está orgulloso de la T-4, pero recuerden ustedes los primeros días, a mi nunca se me olvidará". EFECOM
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