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Agentes fronterizos trabajan a destajo por un día, tras 10 meses de cierre

Alejandro Méndez

Gualeguaychú (Argentina), 2 sep (EFECOM).- La protesta ecologista contra la planta de celulosa de la finlandesa Botnia devolvió hoy, por un día, el trabajo a la treintena de agentes aduaneros y de Migraciones de la frontera entre Gualeguaychú (Argentina) y Fray Bentos (Uruguay) después de casi diez meses de cierre.

"Y para colmo, un domingo", se lamentó a Efe con resignada sonrisa un agente de migraciones uruguayo rodeado por decenas de argentinos que enarbolaban sus documentos deseosos de pasar cuanto antes hacia Fray Bentos.

Los agentes fronterizos consultados por Efe calcularon que hoy controlaron el paso de unos 400 automóviles, si bien la mitad de ellos no logró llegar hasta el vallado instalado por las autoridades uruguayas para impedir el acceso de los manifestantes a las puertas de la planta de Botnia, sobre el río Uruguay, que separa ambos países.

A pesar de los estrictos controles dispuestos por las autoridades de Montevideo para prevenir incidentes, los manifestantes argentinos no perdieron la calma en ningún momento, así como tampoco los agentes uruguayos, que atendieron a todos con corrección y, en algunos casos, hasta con amabilidad.

Ante una valla de control, a unos 150 metros de la zona marcada para la manifestación, llegó a acumularse una fila de unos 150 automóviles a la espera de una minuciosa revisión de los vehículos por parte de agentes de una brigada antimotines que empleó perros adiestrados para detectar armas y explosivos.

Gualeguaychú y Fray Bentos tienen una larga historia de hermandad, hasta que hace tres años comenzaron los conflictos por la construcción de "la pastera", como los vecinos de ambas ciudades llaman a la fabrica de pasta celulosa de capital finlandés.

En el puesto fronterizo unificado en el lado uruguayo, al calor de la integración del Mercosur, no hubo discusiones ni gritos ni aún cuando los agentes aduaneros se incautaron de los mástiles de sus banderas argentinas, de máscaras quirúrgicas "contra la contaminación" que suelen ponerse los manifestantes y de calcomanías con las leyendas "Fuera Botnia" o "No a las papeleras".

Los manifestantes tampoco perdieron la calma ante el control de la brigada antidisturbios uruguaya, si bien cada tanto hacían sonar las bocinas de sus automóviles y aplaudían "a ver si se mueve la fila".

"Le están buscando el pelo al huevo", comentó con cierto disgusto a Efe Juan Carmodi, uno de los miembros de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú.

"Son trámites burocráticos, que se le va a hacer. No hay problemas ni tiene por qué haberlos", matizó a su vez Daniel Irigoyen, el intendente (alcalde) de Gualeguaychú, quien en el propio puesto fronterizo descubrió que se había olvidado parte de la documentación de su automóvil, por lo que tuvo que ir a buscarla.

Llegó al punto de la manifestación cuando ésta ya había comenzado, a los acordes de los himnos nacionales de ambos países y los cánticos "el pueblo unido, jamás será vencido", "Argentina, Argentina" y "Uruguay, Uruguay".

En la localidad argentina de Arroyo Verde, a 15 kilómetros del puesto fronterizo, donde la Asamblea de Gualeguaychú corta el tránsito hacia Fray Bentos desde el 20 de noviembre pasado, se reunieron unas 300 personas que optaron por quedarse allí alertados por las radios locales de que el tránsito a Uruguay estaba congestionado por los controles.

Después de casi 10 meses de corte del tránsito, los agentes fronterizos trabajaron hoy a destajo, pero el local de "Free Shop" permaneció cerrado, porque "para qué abrir si nadie va a comprar y para colmo es domingo", como comentó un agente uruguayo. EFECOM

alm/E/ms/cr

(con fotografías)

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