Empresas y finanzas

Efectos crisis igualan "Katrina" pero alcance final se sabrá en noviembre

David S. Paunero

Madrid, 1 sep (EFECOM).- La crisis provocada en los mercados por las turbulencias con las hipotecas en EEUU ha pasado su peor momento este mes de agosto, en el que ha golpeado ya a las bolsas igual que hizo el huracán Katrina en 2005, aunque hasta dentro de dos o tres meses no se sabrán los efectos concretos de la "tormenta monetaria".

Así lo indicaron varios analistas consultados por EFE, quienes se decantan más por una crisis financiera, al estilo de las asiáticas en 1998, que por un escenario de tensiones más prolongadas que afecten a la economía real, es decir, por el momento, deben estar más preocupados los inversores que los consumidores.

"Nada ha cambiado en las cifras macroeconómicas de agosto, excepto la pérdida de confianza y la aversión al riesgo", señala un informe de Ibersecurities, que avisa de que la desaceleración económica llegará antes a Estados Unidos (segundo semestre 2007) que a la zona euro (primer semestre 2008).

Con todo ello, las expectativas de la bolsa hasta finales de 2007 siguen siendo positivas, estarán entre los 14.000 y los 14.500 puntos con ganancias anuales, mientras que cambiarán para 2008, donde el alivio en los tipos de interés puede hacer que la desaceleración prevista, incluso en las previsiones macroeconómicas del Gobierno, sea menos brusca.

De momento, la reacción en pérdidas del Ibex-35 durante este mes de agosto ante la crisis hipotecaria de Estados Unidos está en los mismos niveles que la que registró hace dos años, cuando el huracán Katrina encareció los precios del petróleo hasta los 70 dólares el barril de Brent y provocó también bajadas continuadas por debajo del nivel de los 10.000 puntos.

Por tanto, según los analistas consultados, "lo peor estaría por llegar si es que llega", según señaló el analista Jordi Padilla, de Atlas Capital, quien dejó claro que costará llegar otra vez a la "confianza" no por los daños directos en fondos de inversión y pensiones, sino por lo que pueda ocurrir indirectamente en los negocios de bancos y constructoras.

El Ibex se ha movido, en sus últimos máximos históricos, por "beneficios empresariales, liquidez y operaciones corporativas" pero los tiempos del "dinero barato" han pasado y "ya nada volverá a ser lo mismo que en julio", ahora "hay que aprender a convivir con el miedo y la incertidumbre".

La jefa de análisis de Banca March, Ofelia Marin Lozano, opina que los fundamentales macroeconómicos siguen siendo buenos, aunque la crisis dejará, como herencia, un endurecimiento en las condiciones de crédito, lo que provocará menos movimientos corporativos y menos operaciones de capital riesgo.

Hasta que los grandes bancos europeos nos den sus resultados y nos cuenten qué pasa con su negocio crediticio y las titulaciones y se vea que no pasa nada con los fondos de inversión alternativa ('hedge funds') más grandes -por encima de los 10.000 millones de euros- los mercados no retomarán su rumbo.

Por el momento, además de Bear Stearns y Countrywide Financial, dos de las entidades financieras más "tocadas" por el fenómeno 'subprime' en EEUU, se pueden unir a la lista de damnificado, en Europa, bancos ilustres como los alemanes West LB y Deutsche Post o ingleses como Barclays, a los que pueden seguir algunos más.

Para los analistas, el escenario de esta crisis se compararía por tanto con la crisis financiera provocada en 1998 por el colapso sufrido por las monedas asiáticas en Extremo Oriente o por los mercados estadounidenses tras la quiebra ese mismos año del Long Term Capital Management (LTCM), un 'hedge fund' con técnicas de inversión muy complejas basadas en modelos matemáticos que perdió 4.800 millones de dólares en dos meses.

Sin embargo, rechazan cualquier paralelismo con otras crisis de mayor profundidad como el "crash" del Dow Jones en 1987, el colapso del crédito en 1989, el efecto "Tequila" en Iberoamérica en 1994, el pinchazo de la burbuja tecnológica en el 2000 o las consecuencias del caso Enron en el 2002.

Aún así, recuerdan que la inyección de más de 500.000 millones de euros realizada durante el mes de agosto por los bancos centrales del mundo -fundamentalmente Banco Central Europeo (BCE) y Reserva Federal (Fed)- son "tremendamente excepcionales", ante una situación de "pérdida de confianza generalizada" donde los inversores se refugian en la renta fija y los prestamistas sólo se fían plenamente de los gobiernos para dar créditos.

"Podríamos haber salido peor parados", indicó el socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) David Cano, quien no descartó consecuencias en la economía real dentro de unos años, pero dentro de la desaceleración general que se preveía.

Por el momento, en agosto, las decisiones de la Fed y el Banco Central Europeo, así como las propuestas presentado por el presidente de EEUU, George W. Bush, para "rescatar" a los propietarios de viviendas en problemas parecen haber surtido efecto en los mercados, amortiguando las caídas.

Esta vez, para los analistas, la reacción ha llegado antes que para reparar los daños causados por el huracán Katrina, que en agosto de 2005 afectó a la costa de Mississippi, especialmente a Nueva Orleans, pero aún no se sabe si el daño se limitará a los 100.000 millones de dólares evaluados por el presidente de la Fed, Ben Bernanke, o traspasará la barrera de los inversores para llegar más allá, al bolsillo de los consumidores. EFECOM

dsp/mdo

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