Empresas y finanzas

La industria tecnológica se rebela contra la SGAE y deja de pagar el canon digital

La SGAE ha ingresado un 18,3% menos que en 2006 por las ventas de aparatos de audio. Ilustración: Elisabeth Nogales
El canon digital ha abierto un nuevo frente de batalla entre las entidades que defienden los derechos de propiedad intelectual y la industria tecnológica. Parte de las empresas se han rebelado contra SGAE, la Sociedad General de Autores y Editores, y han dejado de pagar el año pasado las tarifas que le hubieran correspondido.

Ante la incertidumbre legislativa -el Gobierno tenía que haber fijado en marzo qué aparatos deben pagar el canon y que importe les corresponde a cada uno-, las compañías han preferido esperar ante lo que consideran "un claro abuso por parte de las entidades de gestión".

Los ingresos de SGAE derivados de los aparatos de audio han caído así un 18,3%, hasta 10,2 millones de euros, y los de vídeo un 3,2%, hasta 10,7 millones. La entidad reconoce en sus últimas memorias que sus ingresos por copia privada, los derivados del canon digital, se han reducido en total un 11,2% el pasado ejercicio "como consecuencia de los impagos, el crecimiento del fraude y la incertidumbre generada por la tramitación de la transposición de la Directiva Europea".

Explicaciones

Edmundo Fernández, director de electrónica de la patronal Aetic, la Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España, admite también estos impagos, pero explica que no se trata de un problema de morosidad. "Es porque desconocemos todavía que cantidad habrá que desembolsar por aparatos como iPod o el MP3", aseguró hace dos semanas a elEconomista. Según Fernández, "hay empresas que si tuvieran que pagar lo que pide SGAE podrían verse abocadas directamente a la quiebra".

Mientras se publica la orden ministerial con el importe del canon, se mantienen mientras tanto las tarifas acordadas por las entidades de gestión e Industria en 2003 para soportes analógicos. Sin embargo, desde el 29 de julio de 2006, y tras la entrada en vigor de la nueva Ley de Propiedad Intelectual, las tasas tienen carácter provisional.

El Gobierno dio cuatro meses a las partes -ocho entidades de gestión y las dos patronales del sector tecnológico- para que intentaran llegar a un acuerdo, pero este no fue posible y los ministerios de Industria y Cultura empezaron a trabajar entonces en la presentación de una orden ministerial para resolver de forma definitiva la cuantía del canon digital aplicable.

Las de ganar

Aunque tanto la industria como las entidades de gestión son optimistas sobre la resolución del conflicto, con la ley en la mano, SGAE tiene todas las de ganar. La actual normativa fija ya que podrán gravarse todos los aparatos idóneos para el almacenamiento de obras protegidas.

Según los últimos estudios realizados por la Alianza para la Reforma de los Cánones de Derecho de Autor (CLRA, según sus siglas en inglés), la recaudación se ha triplicado en Europa en los últimos cinco años, hasta alcanzar en 2006 los 1.570 millones de euros.

De acuerdo con esta asociación, el canon en España podría superar los 450 millones de euros anuales a partir de 2009. Ante la gran diversidad normativa, la industria tecnológica exige una tarifa homogénea para toda la Unión Europea y, sobre todo, que el canon no supere el 5% del precio final del producto. Hoy, siempre según la industria, las tasas llegan a representar hasta el 50% del precio de venta al público en el caso de los reproductores de CD y del 60% en los de grabadores de DVD.

Unas cuentas saneadas

A pesar de los impagos, la piratería, el fraude y el retraso en la aprobación de la nueva normativa, la SGAE cuenta con una situación financiera más que saneada. La sociedad, que obtiene la mayor parte de sus ingresos por las licencias que concede por ejemplo a las cadenas de radio y televisión o los establecimientos de hostelería -llegan a cobrar por las bodas- para la reproducción de las obras, ingresó el año pasado 342,6 millones de euros, lo que supuso un crecimiento de más del 8,5% respecto al año anterior gracias, según dice, a "una gestión eficaz y transparente".

La sociedad ha lanzado además un plan de crecimiento hasta 2009 con el objetivo de alcanzar al cierre de dicho ejercicio una facturación total de 425 millones, con lo que duplicaría la recaudación en sólo una década.

En 2006, SGAE repartió por derechos de autor 345,8 millones de euros entre sus más de 88.000 socios, lo que supone un incremento asimismo del 33% en los últimos cinco años.

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