San Juan de Luz (Francia), 24 ago (EFECOM).- El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, criticó hoy veladamente la decisión de la Comisión Europea de no reabrir los caladeros de anchoa en el golfo de Vizcaya y pidió que las normas comunitarias "se apliquen a todos, incluidos los pescadores extranjeros".
El comentario de Sarkozy en San Juan de Luz (suroeste de Francia) puede verse como una alusión a los pescadores españoles después del contencioso que Madrid y París mantuvieron en meses pasados a propósito de la apertura de los caladeros de anchoa en esa zona.
El 18 de julio pasado la Comisión Europea mantuvo la veda de la pesca de anchoa en el golfo de Vizcaya durante el segundo semestre de este año, tal como pretendía España y en contra de Francia, para permitir la repoblación de la especie, que da muestras de agotamiento.
En San Juan de Luz el presidente francés se reunió con los pescadores del lugar, preocupados porque la anchoa es una de las especies básicas para su trabajo, junto con el atún.
Ante los resquemores expresados por los profesionales, Sarkozy se mostró de acuerdo en que "hay que preservar las especies, pero hay que asociar a los pescadores" en las decisiones que les conciernen.
"Es necesario que la reglamentación se aplique a todo el mundo, incluidos los pescadores extranjeros", dijo el mandatario francés, quien tuvo una intervención en la que se mostró decidido a apoyar al sector, que es "indispensable y parte de nuestra identidad y nuestra tradición".
Durante la estancia de Sarkozy y su comitiva se produjo un pequeño incidente, cuando un grupo de activistas contra los cultivos transgénicos abordó al ministro de Agricultura y Pesca, Michel Barnier.
Tras un breve intercambio de frases el ministro se alejó de los activistas y estos reaccionaron de una manera alterada que llevó a la Policía a detener a seis de ellos. EFECOM
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