La industria toma posiciones en espera de las licitaciones de alta velocidad que Fomento pondrá en marcha en 2011 dentro del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI).
Fuentes del sector aseguran que la cartera dirigida por José Blanco sacará a concurso durante el próximo ejercicio hasta siete tramos ferroviarios valorados en más de 9.000 millones de euros.
Cuatro de estos procesos serían gestionados por Adif y se pondrían en marcha a través de colaboración público-privada (CPP). Los tres restantes son responsabilidad directa del Ministerio de Fomento y se licitarán mediante concesión, según añaden a elEconomista las mismas fuentes consultadas. La segunda opción es similar al sistema de autopistas de pago.
Tanto las grandes constructoras del país, como las empresas de señalización ferroviaria -lideradas por Alstom, Thales y Bombardier como multinacionales y por Indra y Dimetronic desde España- se preparan para pujar por estos tramos, entre los que destacan dos sobre el resto: Ourense-Olmedo y Valencia- Castellón.
En el caso del primero, el coste del proyecto se acerca a los 6.000 millones de euros, según ha anunciado el propio ministro de Fomento, José Blanco, y se incluye desde la señalización, hasta las comunicaciones, pasando por la catenaria y las subestaciones. Por su parte, en el Valencia-Castellón las necesidades son similares, aunque el menor recorrido del itinerario y las mejores condiciones orográficas le convierten en una inversión de 1.000 millones de euros.
Los dos métodos de licitación se diferencian en que a través de Adif y de la financiación público-privada se pueden hacer sociedades mixtas, como ya ha ocurrido en un reciente ejemplo. En cambio, por el método de concesión no se podrán formar sociedades mixtas.
El primer proyecto de estas características ya fue anunciado a mediados del pasado mes de octubre, cuando se creó una sociedad mixta entre Adif y un grupo de inversores de carácter privado para poner en marcha el Centro Logístico de Aranjuez.
El origen de la puesta en marcha del PEI es que este plan busca dinero extraordinario sin que esta inversión compute como nuevo déficit. De esta manera no afecta a los ya ahogados Presupuestos Generales del Estado.
Adif financia el 40%
En el esquema de colaboración público-privada, Adif financiará directamente una parte sustancial de las obras (aproximadamente un 40% de los costes de ejecución), mientras que el resto deberá buscar la colaboración del Instituto de Crédito Oficial (ICO), del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de inversión privada.
Precisamente, la semana pasada José Blanco viajó a Estados Unidos para devolverle la visita a Ray LaHood, secretario de Transportes norteamericano. También aprovechó su estancia para reunirse posteriormente con trece representantes de los mayores fondos y de banca de inversión del país con nombres como Morgan Stanley y Goldman Sachs.
El objetivo era hablarles del proyecto de alta velocidad española, de la marca Made in Spain en los concursos internacionales en los que la industria nacional se va a presentar y del Plan Extraordinario de Infraestructuras, que licitará 17.000 millones de euros en los próximos dos años. De esta cantidad, aproximadamente el 70% irá destinado al ferrocarril, sobre todo para la alta velocidad, aunque también hay un pequeño porcentaje para las Cercanías.
Los próximos meses serán claves para conocer si la visita de Fomento ha quedado en agua de borrajas o la banca de inversión norteamericana apuesta por la alta velocidad española, al igual que ya lo hace en grandes infraestructuras que se ponen en marcha en Estados Unidos.