Lleva poco más de dos semanas en el cargo pero es uno de los más veteranos de la compañía. El nuevo director general de Línea Directa Aseguradora, Miguel Ángel Merino, ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en la aseguradora a la que se incorporó en 1995 como director de gestión de accidentes y, desde entonces, forma parte del comité de dirección de la empresa.
Ahora da el salto al máximo puesto ejecutivo de la quinta aseguradora de automóviles del país y asume el reto de continuar con la gestión que, hasta su llegada a Bankinter, venía desarollando María Dolores Dancausa.
¿Cómo recibió la noticia de que iba ser el nuevo director general de Línea Directa Aseguradora?
Pues si soy sincero, completamente sorprendido y, desde luego, muy agradecido a todas las personas que han depositado su confianza en mí. Para mí, dirigir Línea Directa es el final de un proceso muy largo, cargado de ilusión, de trabajo y de proyectos, en el que comencé como director del área de Gestión de Accidentes y más tarde como director de Línea Directa Asistencia. Tengo el honor de haber tramitado el primer siniestro de la historia de la compañía, hace ahora quince años... dirigir Línea Directa es un reto apasionante, pero también una enorme responsabilidad. Queremos ser la primera. Nuestro deber -nuestra vocación- es pensar así.
¿Qué objetivos se ha fijado? ¿Qué es lo más urgente?
Los objetivos no han cambiado: debemos seguir creciendo en facturación, en beneficio y cartera, aportando valor a nuestro accionista y convirtiendo a Línea Directa en un referente de innovación, calidad y excelencia. Queremos seguir impulsando la contratación y el crecimiento en aquellas líneas de negocio -motos y hogar, principalmente-, que, por su proyección, importancia y rentabilidad, son estratégicas para nuestra compañía.
El modelo de Línea Directa comienza a ser imitado por otras compañías ¿temen que la competencia les robe terreno?
El que, cada vez más, las aseguradoras tradicionales apuesten por los canales directos, es la prueba de que nuestro modelo de negocio es una garantía de eficiencia, de rapidez y agilidad. Es normal que otras compañías lo imiten, porque -a la vista está-, funciona.
¿Se ha superado la guerra de precios en el sector?
Es difícilmente sostenible seguir bajando los precios de forma indefinida, máxime cuando la siniestralidad se ha convertido en un problema transversal a todo el sector. La frecuencia y los precios de reparación -debido a la subida de los impuestos indirectos- han aumentado, mientras que los ingresos por primas tienden a reducirse por el trasvase de coberturas producido por la crisis y por la bajada generalizada de los precios.
No obstante, creo que a medio plazo, las inversiones en tecnología y la optimización de costes y procesos pueden abrir aún márgenes de mejora en los precios, pero siempre de una forma moderada.
¿Qué resultados arrojan para la compañía los test de estrés?
Solvencia II es un desafío para el que Línea Directa se ha preparado durante muchos meses. A nivel sectorial, era necesario establecer las especialidades de los diferentes ramos para una correcta calibración del riesgo, algo fundamental en un escenario de crisis. Esta calibración se ha realizado mediante una valoración de activos y pasivos establecidos en función del mercado y de la propia gestión.
En cuanto a Línea Directa, hace unos días remitió a Unespa los resultados de QIS5, el último test de estrés, en el que la compañía mantiene un margen muy similar al de Solvencia I, con un 192%, lo que de hecho supone casi el doble de lo exigido. Además, estamos trabajando en la elaboración de modelos internos, con el fin de mejorar la gestión y analizar el impacto en nuestras cuentas de algún tipo de riesgo en concreto. Pero todo apunta a lo mismo: Línea Directa es una de las compañías más sólidas de todo el sector asegurador.
La llegada de Basilea III pondrá en el mercado muchos activos de seguros que ahora están en manos de la banca. ¿Interesaría alguno a Línea Directa?
Siempre hemos impulsado un crecimiento orgánico, póliza a póliza, apostando por un crecimiento continuado, porque permite afrontar mejor la gestión de una cartera que ya de por sí tiene una dimensión muy considerable.
Entonces, ¿cómo puede crecer más Línea Directa en España?
Aún hay muchísimo margen para crecer. No debemos olvidar que el seguro de auto es obligatorio, por lo que las posibilidades de crecer en el mercado de segunda mano son enormes. En España hay, además, más de 9 millones de viviendas sin asegurar, por lo que en multirriesgo también tenemos camino que recorrer todavía.
La llegada de Dancausa a Bankinter, propietaria del cien por cien de Línea Directa, ¿cómo puede afectar a la compañía?
Sin duda es una muestra de la confianza del accionista en la gestión realizada en Línea Directa durante los últimos años, en los que la compañía ha crecido en un contexto económico muy complejo. El nombramiento de María Dolores Dancausa en Bankinter refuerza el vínculo entre ambas compañías.
¿Terminará Bankinter comercializando en exclusiva los seguros de Línea Directa?
Si por algo se ha caracterizado la relación con nuestro accionista es por un respeto a la gestión y a la autonomía de cada uno. Línea Directa es, como su nombre indica, una compañía directa, cuyo principal activo es su contacto con el cliente y su capacidad para distribuir sus productos y servicios. Eso no quita para que, en determinadas cuestiones, podamos llegar a acuerdos puntuales.
Además de en autos y hogar, ¿entrarán en otros ramos?
En Línea Directa Aseguradora siempre hemos dicho que somos agresivos en lo comercial y prudentes en la selección de riesgos e inversiones. Por eso, hemos tardado 13 años en entrar en un ramo diferente al de autos, por lo que no hay prisa para entrar en otro distinto a multirriesgo. No es algo que nos planteemos ahora mismo.