
A la Torre Eiffel podría salirle competidora, al menos en lo que a altura se refiere. Y es que, en México D.F dos grupos inmobiliarios, entre ellos el español Pontegadea, propiedad de Amancio Ortega, pretenden levantar un rascacielos de 300 metros que constituirá el 'cielo' de la ciudad. Es la Torre del Bicentenario y todo lo que tiene de innovación lo tiene de polémica.
Se trata de un ambicioso proyecto que tendrá 70 pisos y 387 mil metros cuadrados que será llevado a cabo por el módico precio de 600 millones de dólares. Será el edificio más alto de toda América Latina y superará la Torre Mayor, de 255 metros, que se encuentra también en México D. F. y que actualmente es el rascacielos más alto de Latinoamérica.
Las claves de la polémica
Sin embargo, el proyecto no está exento de polémica. El rascacielos se quiere ubicar en las Lomas de Chapultepec, una zona residencial que impide la construcción de edificios que superen los 20 metros. Una norma que podría frenar la construcción del 'gigante'.
La última palabra la tendría la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que sería la encargada de cambiar la ley de uso del suelo y permitir que el proyecto se lleve a cabo. Como adelanto, el Jefe del Gobierno, Marcelo Ebrard, afirmó el 23 de julio de 2007, fecha en la que se presentó el proyecto, que ésta ley será cambiada.
Otro de los casos a tener en cuenta es que la residencia oficial de Los Pinos se encuentra muy cerca del lugar donde se quiere construir la torre y, de llevarse a cabo, el edificio podría poner en riesgo a la seguridad presidencial al vulnerar la vigilancia aérea.
El último impedimento es otro edificio que se encuentra en la zona y que se tendría que derribar para construir la Torre del Bicentenario. El edifico en cuestión es el 'Superservicio Las Lomas', catalogado como monumento de valor artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y que fue diseñado por Vladimir Kaspé. El instituto se ha pronunciado declarando que su demolición no es factible, y sin autorización, no hay demolición.
Innovación y tecnología
En medio de toda la polémica, parece que pasan inadvertidas las características del edificio, diseñado por Rem Koolhaas, ganador del premio Pritzker en el año 2000, y con inversores, a partes iguales, de la talla del grupo inmobiliario mexicano Danhos y el español Pontegadea, propiedad de Amancio Ortega, presidente del grupo textil Inditex.
El edificio integrará amortiguadores sísmicos y otras medidas de seguridad que asegurarán la estabilidad del edificio en caso de simos. La estructura de la torre facilitará el ahorro energético con modernos sistemas de ventilación y un enorme tragaluz comunicado con todos los pisos que proporcionará luz natural.
Los promotores de la Torre del Bicentenario pretenden inaugurarla el 16 de septiembre de 2010, fecha en la que se conmemoran los 200 años de la independencia mexicana, por eso han querido llamar así a la construcción.
No sabemos aún si se llevará a cabo el proyecto y la Torre del Bicentenario brillará imponente el día de la celebración del 200 aniversario de la independencia mexicana o si, por el contrario, un enorme vacío recordará a los inversores lo que pudo haber sido y nunca fue posible llevar a cabo.