Brasilia, 2 ago (EFECOM).- El presidente de la aerolínea TAM, Marco Antonio Bologna, dijo hoy que la empresa cuenta con 1.500 millones de dólares para indemnizar a familiares de las 200 personas que murieron en el accidente sufrido por uno de sus aviones hace quince días.
En declaraciones ante una comisión parlamentaria que investiga el accidente y la situación general de la aviación en Brasil, Bologna explicó que ese dinero corresponde a los seguros contratados por la empresa y aclaró que, si fuera insuficiente, TAM aportará lo necesario de sus propias finanzas.
Bologna admitió que desde que ocurrió el accidente, el pasado 17 de julio en el aeropuerto paulistano de Congonhas, las ventas de la empresa han caído un 30 por ciento, aunque no lo relacionó en forma directa con el desastre, sino con la crisis aérea que existe en el país.
El presidente de TAM declinó especular sobre las causas del accidente sufrido por un Airbus A320 de la empresa y reiteró, ante la presión de los parlamentarios, que hay una investigación en curso y que no es "aconsejable" tejer ningún tipo de conjetura.
Bologna insistió en que el avión estaba en condiciones de volar, de acuerdo a las especificaciones del fabricante, y ratificó que el defecto que tenía el aparato en un dispositivo que ayuda a frenar la aeronave en el momento del aterrizaje no tuvo ninguna influencia.
Tampoco quiso pronunciarse sobre los defectos que tenía la pista principal del aeropuerto de Congonhas, que había sido reabierta poco antes del accidente sin unas ranuras que facilitan el drenaje de agua y también el aterrizaje en días de lluvia, como cuando ocurrió la tragedia.
Según Bologna, aunque esas ranuras habrían colaborado con el aterrizaje, "es prematuro hablar de culpas" y solamente el análisis del contenido de las cajas negras del avión podrá aclarar lo ocurrido.
Los datos registrados en la caja negra que grababa el audio de la cabina y las conversaciones de los pilotos con la torre de control fueron revelados parcialmente la víspera y no aportaron mucho a la investigación.
Solamente reforzaron algunas dudas sobre el funcionamiento de los dispositivos que ayudan al frenado de la aeronave, pero según han dicho varios expertos, ninguno de esos datos es concluyente.
Fuentes de la Aeronáutica han dicho que es necesario esperar unos 60 días, hasta contar con el resultado del análisis de una segunda caja negra, en la que quedan registrados detalles del funcionamiento de los componentes mecánicos y electrónicos del avión durante todo el vuelo. EFECOM
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