
Los problemas de los mercados mundiales de crédito podrían costarle a los bancos 8.000 millones de dólares -unos 5.840 millones de euros-, al haber sido incapaces de revender los abultados préstamos utilizados para respaldar la reciente oleada de apalancadísimas adquisiciones de participaciones mayoritarias.
Los bancos calculan que en Estados Unidos existe una deuda de aproximadamente 200.000 millones de dólares que las entidades ya se han comprometido a prestar pero que aún no han sindicado o trasladado a otros inversores. En Europa, la cifra ronda los 60.000 millones de euros. Un director de un banco afirmó: "El colapso de los mercados de crédito ha rebajado prácticamente el valor de la deuda. Y ahora mismo no logramos encontrar compradores, con lo que la situación podría empeorar".
Los más afectados son los grandes bancos de inversión, como los norteamericanos Citigroup, JPMorgan, Deutsche Bank, Morgan Stanley y Goldman Sachs. Sin embargo, en todos los grandes bancos prestamistas, y según los expertos, el mercado apalancado de las adquisiciones de participaciones mayoritarias se encontraba "cerrado", y podría seguir así durante un plazo máximo de tres meses.
Endeudamiento excesivo
Un director de un experimentado banco de inversiones afirmó: "El sistema presenta una saturación de deudas. Los inversores, que parecen insaciables, ahora se han acobardado y los bancos se quedan solos a cargo de la criatura, con unos negocios en los que han asumido demasiados riesgos. La mayoría de los bancos han cerrado su financiación apalancada para los negocios nuevos.
El mercado de la recapitalización, responsable del 40 por ciento, se ha ido. Nadie está dispuesto a asegurar el negocio. Además, el mercado secundario de adquisiciones también se ha ido en gran medida. No es algo permanente, pero ahora mismo es grave".
Los inversores crediticios están teniendo ingentes pérdidas tras el colapso de los mercados de préstamo. En Londres, el Lev-Ex, el índice del mercado del préstamo, ha bajado más de seis puntos en las últimas semanas. En este sentido, otra fuente bancaria afirmó: "La caída ha sido terrible. Una caída de un punto ya sería muy mala, pero ésta ha sido la mayor caída desde que se lanzó el índice.
En términos reales significa que por cada 1.000 millones de dólares de préstamos en una cartera, ha habido una caída de 60 millones". Su colega comentó: "El jueves pensábamos que estaba mal, pero el viernes las calles se llenaron de sangre. Ahora mismo nos encontramos en el territorio de las ventas forzosas. Hay pérdidas importantísimas".
Algunos grandes fondos de obligación hipotecaria garantizada (CLO) y otras carteras de préstamos se estaban viendo obligados a deshacerse por pérdidas insostenibles, y hay rumores de que la confusión tiene su causa en el colapso de dos grandes fondos de cobertura crediticia de Londres.
La semana pasada, el grupo de capital riesgo Charterhouse desechó el pago de un dividendo calculado en un valor en 100 millones de libras de PHS, el grupo de servicios de limpieza, por las dificultades para conseguir la refinanciación.
A examen
Ante esta situación, el selecto comité multisectorial del Tesoro instará al Banco de Inglaterra a examinar el impacto de un descenso económico sobre empresas muy apalancadas y la economía. Se espera que el comité, que ha planteado su preocupación por las actividades de las empresas de adquisiciones muy endeudadas, pedirá al Tesoro, Hacienda y Aduanas que examine si el sistema fiscal favorece indebidamente el uso de deuda sobre capital, creando distorsiones en la economía.
Mientras tanto, tanto el Banco de Inglaterra como el Banco Central Europeo tomarán una decisión esta semana sobre los tipos de interés, aunque la turbulencia bancaria ha extinguido toda perspectiva de incremento de los tipos de cualquiera de ellos. Así, los intereses se mantendrán en el 5,75 por ciento en Inglaterra y en el 4 por ciento en la zona euro.
El comité "fantasma" inglés de política monetaria votó 5-4 para dejar el tipo bancario en suspenso incluso antes de que los mercados de valores se desplomaran. Afirmaron que las cinco subidas de los tipos desde agosto del año pasado estaban empezando a surtir efecto, produciendo preocupaciones de "exageración".