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Venezuela espera en calma el resultado de las legislativas

CARACAS (Reuters) - Venezuela esperaba en calma el domingo el resultado de unas elecciones legislativas, donde el presidente socialista Hugo Chávez busca contener el avance político de la oposición y relanzar su popularidad de cara a las presidenciales del 2012.

Algunas mesas permanecían abiertas a las 19.30 hora local (0000 GMT) mientras los últimos electores terminaban de sufragar, en una jornada que se desarrolló con normalidad y buen clima en casi todo el territorio nacional, tras el fuerte temporal que sacudió a la nación caribeña en los últimos días.

"Buenos mis Candangueros y Candangueras, ahora a mantenerse alertas! Estamos en plena Fase de Consolidación!! Venceremos!!", dijo el presidente a través de su cuenta Twitter @chavezcandanga, desde la que ha dado instrucciones y animado a sus seguidores durante todo el día.

Desde los remotos pueblos del Amazonas y las alejadas zonas andinas a los barrios de las grandes ciudades, los venezolanos acudieron masivamente para participar en la decimotercera elección desde que Chávez llegó al poder en 1999.

"El proceso electoral ha transcurrido con alegría, con tranquilidad, con calma, con paz y con muchísima afluencia de electores", dijo Sandra Oblitas, rectora del Consejo Nacional Electoral, en conferencia de prensa.

Aunque sondeos muestran una intención de voto dividida casi al 50 por ciento, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) probablemente revalidará su mayoría en la Asamblea, favorecido por el controvertido sistema de asignación de escaños y su poderosa maquinaria de movilización electoral.

Pero la oposición, que lleva cinco años ausente del hemiciclo tras intentar boicotear los anteriores comicios, aspira a ganar al menos un tercio de los diputados -nivel que en teoría permite vetar reformas de amplio alcance- y demostrar que el poderío electoral del "chavismo" está en declive.

A la contienda se postularon 2.719 candidatos, pero sólo dos grandes bloques lucen con oportunidades de triunfar: el oficialista PSUV y la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que agrupa a varios partidos de oposición.

MÁS CHÁVEZ O MENOS CHÁVEZ

Pese a que la elección es de diputados, Chávez, de 56 años, fue el protagonista absoluto de la campaña celebrando mítines, encabezando caravanas y dando directrices al partido para consolidar un triunfo que le permita acelerar y profundizar la transición hacia el socialismo.

Pero con su apoyo en niveles mínimos de varios años por la crisis económica, una alarmante inseguridad y constantes fallas en los servicios públicos, el mandatario necesita una victoria que fortalezca su conexión popular para arrancar la campaña por un nuevo mandato de seis años en el 2012.

"Esta revolución hay que salvarla, no se puede perder, hay que votar con conciencia", dijo Aura Querales, una pensionada de 63 años que votaba en una parroquia humilde del oeste de Caracas vestida con una franela roja que identifica a los seguidores de Chávez.

La oposición, que todavía carece de un líder o proyecto nacional que capitalice la frustración ciudadana, espera que la propia ineficacia del Gobierno y la creciente rigidez ideológica del militar retirado permita impulsar una alternativa tras 11 años de "revolución bolivariana".

"Hay que cambiar el país porque ya van 11 años y no se ve nada", dijo Alfredo Campillo, contador de 59 años, mientras buscaba su nombre en los listados para votar.

Sin embargo, pocos creen que el mandatario esté dispuesto a variar sus controvertidas reformas políticas y económicas, por lo que cualquiera que sea el resultado los analistas prevén más nacionalizaciones, más controles a la empresa privada y más centralización del poder en el corto plazo.

"Aquí está en juego el futuro de Venezuela: la patria socialista o la no patria", dijo Chávez muy temprano el domingo en un contacto telefónico con la televisión estatal.

ATENCIÓN INTERNACIONAL

La atención regional e internacional se volvió hacia los comicios del domingo en Venezuela, que arrancaron al clásico toque de diana y fuegos artificiales con los que los partidarios del mandatario llaman a los electores a sufragar desde la madrugada.

La víspera, el líder cubano Fidel Castro, al que Chávez considera su padre ideológico, animó a los venezolanos a acudir masivamente a las urnas para respaldar la "revolución".

"Si yo fuera venezolano lucharía hasta lo imposible para convertir el 26 de septiembre en una gran victoria", dijo en una columna publicada en el sitio web www.cubadebate.cu.

Por su parte, la conocida opositora cubana Yoani Sánchez dijo a través de su cuenta Twitter que "se nota nerviosismo en el Gobierno de Cuba. Perder el cordón umbilical con Caracas le hace temer crisis peor que a la caída de la URSS".

Los analistas están divididos sobre cómo el resultado de la elección afectará a los bonos soberanos, que se recuperaron la última semana por la ausencia de violencia durante la campaña y tras quedarse al margen del apetito por el riesgo que generó un reciente repunte en otros papeles emergentes.

Una aplastante victoria oficialista daría estabilidad al escenario político e impulsaría los activos en el corto plazo, pero también aumentaría la cautela del mercado ante la posible radicalización del mandatario, factor clave para que la deuda venezolana sea vista como una de las más riesgosas del mundo.

Como Chávez descartó la posibilidad de entablar cualquier negociación política con sus enemigos, un resultado ajustado podría invitarlo a buscar formas de sortear las limitaciones legislativas, situación que podría generar tensiones internas y pondría en alerta a los inversores.

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