
Su padre le animó a dedicarse a los demás. Y el de un amigo, a convertirse en abogado del Estado. En las primeras elecciones democráticas, conoció a Alberto Oliart, que sería ministro de Industria, y comenzó a trabajar como jefe de su gabinete. Ahora, es asesor y aconseja a las empresas sobre cómo salir de la crisis.
¿Qué le queda de su etapa política?
Afición a la política me queda muchísima, a los intereses generales de la gente. Pero no a los partidos, nunca he militado en ninguno.
¿Volvería de nuevo al ruedo?
Nunca. He ido a la política cuando me han llamado, pero ahora espero que no vuelvan a hacerlo.
Ha sido subsecretario de Defensa con UCD, secretario de Estado de Defensa con el PSOE y ministro de Defensa con el PP. ¿Capacidad de adaptación o valía profesional?
No sé si es valía o no. He trabajado muy a gusto con las Fuerzas Armadas y con los tres gobiernos que me pidieron que colaborara en la defensa de España. También es verdad que sé adaptarme.
¿Recuerda mejor los momentos gratos o los ingratos?
Recuerdo más momentos gratos. La verdad es que los más ingratos fueron determinadas actitudes de los medios de comunicación. Y lo más grato, poder ver que se trabajaba por el interés general.
¿Hizo muchos sacrificios?
Fundamentalmente, la vida familiar, porque se le puede dedicar poco tiempo.
¿Le llaman aún para pedirle opinión o consejo sus antiguos compañeros del PP o del PSOE?
Mantengo amistad con miembros de los dos partidos, pero me llaman para intercambiar opiniones, no para que les dé consejos.
Ha sido presidente de Cubiertas y Mzov, Peugeot-Talbot España y Airtel. ¿Su familia sufría más estando en política o en el sector privado?
Sin duda, más en la política. Lo pasaban mal y yo lo siento por ellos. A la empresa también hay que dedicarle muchas horas, pero creo que cuando hay que hacer algo por obligación se hace y no se plantea.
¿Es la consultoría una buena salida para los políticos?
Creo que es especialmente buena. En política hay que tener un buen conocimiento de diversos temas, y en la consultoría hay que prestar servicios a empresas de muy diversa índole y ejercitar también actitudes generalistas.
¿Qué consejos daría a las empresas españolas?
Creo que una de las vías para salir de la crisis es incrementar las exportaciones. Somos mejores de lo que creemos, y si salimos a otros países nos encontraremos sorpresas agradables. España es un país poco acostumbrado a ello, pero esto se va remediando y empezamos a tener grandes multinacionales.