Empresas y finanzas

Rato defiende la vía de la fusión para captar capital

MADRID (Reuters) - El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, defendió el martes como fórmula más eficiente para captar capital, ante el actual entorno internacional de endurecimiento de los requisitos de solvencia y liquidez, su proyecto de un sistema institucional de protección (SIP) que conforma junto a Bancaja y otras cinco cajas pequeñas.

"La opción de configurar la nueva entidad como sociedad anónima con estatuto de banco mejorará el acceso a los mercados de capitales y permitirá al grupo conseguir sus objetivos de forma más eficiente", dijo el ex-director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de la celebración de la asamblea que tiene previsto aprobar su fusión con las otras seis entidades.

En el mercado se han incrementado los temores a que las entidades financieras tengan que reforzar o ampliar su capital a la vista de las nuevas exigencias fijadas por el Banco de Pagos Internacionales de Basilea (BIS).

Las entidades financieras tendrán que triplicar el capital de alta calidad que deben mantener en reserva, hasta el 7 por ciento desde el 2 por ciento actual, pero a cambio se han ampliado los plazos para su introducción plena hasta enero de 2019.

En su intervención ante la asamblea, Rato aseguró que "vamos a tener una entidad más sólida, más grande, más eficiente y más diversificada que permitirá a las cajas que lo forman afrontar con garantías los dos principales retos a los que se enfrenta el sector financiero, la dimensión y la capitalización".

Con la reforma de la ley de cajas, convalidado a finales de julio pasado en el Congreso, se dio un paso más hacia la profesionalización y despolitización de las cajas, al facilitar a estas entidades la entrada de capital privado.

Tras la reforma, las cajas van a disponer de un abanico extenso de posibilidades para reforzar su capital, que contempla, entre otras vías, la emisión de cuotas participativas con derechos políticos hasta el 50 por ciento de su patrimonio.

Además, la ley también permite acercar el modelo de negocio y de gestión de las cajas a la de un banco.

En las pruebas de resistencia a las que fueron sometidas las entidades europeas a finales de julio pasado, cuatro grupos de cajas españolas y la intervenida CajaSur suspendieron los exámenes de resistencia al incumplir los ratios de capital Tier-1 fijados en el 6 por ciento. Estas entidades necesitaban 2.043 millones de euros para cumplir con los criterios de solvencia.

Además, el grupo conformado liderado por Caja Madrid y Bancaja superó estas pruebas con un Tier-1 del 6,3 por ciento y se situó en los grupos más débiles de los que superaron los exámenes.

PROCESO DE APROBACIÓN

Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia estaban celebrando el martes sus respectivas asambleas para aprobar el SIP, al que Caja Rioja y Caja de Ávila ya han dado el visto bueno esta tarde, que dará lugar a la primera caja de ahorros española con 340.000 millones de euros en activos.

Los consejos de estas siete cajas ya habían aprobado su proyecto de fusión a finales de julio y la operación sólo estaba pendiente de la ratificación por parte de las asambleas de cada una de las entidades.

Para hacer frente a esta alianza estratégica, el grupo ha pedido al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 4.465 millones de euros, lo que le permitiría afrontar incluso situaciones de máximo estrés.

El SIP, que espera conseguir unas importantes sinergias que alcanzarán los 500 millones de euros anuales a partir de 2013, dará lugar a un grupo contractual formado por siete entidades y una sociedad central que adoptará la forma de Sociedad Anónima y se constituirá como Banco.

Con la alternativa de la SIP, las cajas evitan también contrariar a los poderes políticos de las comunidades autónomas, que han obstaculizado algunas fusiones interregionales plenas al disponer los gobiernos autonómicos del derecho de veto.

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