Empresas y finanzas

El undécimo mandamiento para que Abertis entre en Hispasat: no mandarás

Isidro Faine, presidente de Abertis. Foto: Archivo
Muchas eran las dudas que asaltaban al Gobierno a la hora de permitir a Abertis cumplir uno de sus objetivos: la compra del 46,69% de Hispasat que está en manos de accionistas privados españoles -Telefónica, BBVA, EADS-Casa y los socios de la antigua Auna-. Las sombras nacidas por el hecho de que Abertis sea el principal accionista de la francesa Eutelsat, que se dedica, al mismo negocio que Hispasat, no han desaparecido.

El Ejecutivo no quiere decir 'no' a Abertis, sobre todo desde algún ministerio que apoya claramente su entrada, pero la única solución actualmente sobre la mesa procede del ala más escéptica del Gobierno y está pensada para que la firma catalana participada por ACS y La Caixa no pueda sufrir la tentación de decidir, en el seno del consejo de Hispasat, en función de los intereses de Eutelsat, según ha podido saber elEconomista por fuentes implicadas en el proceso.

No se trata únicamente de los temas de Defensa, con un definitivo carácter estratégico pero sobre los que ni siquiera el accionariado actual de Hispasat puede decidir. Las comunicaciones militares las gestiona Hisdesat, sociedad en la que Hispasat sólo cuenta con el 43% del capital, por lo que la entrada de Abertis en ésta última no afectaría a decisiones sobre la gestión de la llamada banda X de frecuencias -militar-.

Se trataría de crear una sociedad conjunta Abertis-Gobierno en la que el Ejecutivo tenga la mayoría del capital y que esa sociedad controle a su vez la mayoría del capital de Hispasat.

¿Y eso cómo se hace?

Imaginen la tarta de accionistas de Hispasat. La francesa Eutelsat tiene algo más de un cuarto del capital de la firma española de satélites (27,69%), además de toda una serie de derechos de veto que se le concedieron cuando entró. Sumado al 46,69% -cerca de la mitad- con que se haría Abertis al comprar a los accionistas españoles, dejaría tres cuartas partes de Hispasat en manos de dos accionistas que son socios y que tienen la mayor parte de su negocio de satélites en Francia.

La idea es partir más o menos por la mitad la participación con que se haría Abertis en la firma española de satélites. Uno de los dos trozos resultantes se aportaría a la sociedad mixta creada con el Gobierno. El otro quedaría libre.

La fotografía cambia radicalmente. La unión, a la hora de votar cualquier decisión estratégica, de la parte de acciones libres de Abertis y las de Eutelsat no alcanzaría el 50% del capital de Hispasat, que estaría en manos de la sociedad mixta. Y como la parte que aportase Abertis a esta sociedad sería siempre inferior al 27% del Gobierno, sería éste quien tomase las decisiones en la sociedad conjunta y por ende en Hispasat. En fin, lo que viene siendo divide y vencerás.

A Abertis se le permitiría gestionar la empresa, pero si en algún momento se intuyese que una decisión del tipo que sea puede estar influenciada por los intereses de la firma de infraestructuras en Eutelsat, se bloquearía. Ni que decir tiene que esta fórmula imposibilita toda pretensión -negada públicamente hasta ahora por Abertis- de fusionar Eutelsat con Hispasat. Aunque este riesgo, mientras un cambio de manos de cualquier título de la firma española de satélites siga en manos del consejo de ministros, ha sido también más un argumento de los detractores de la opción Abertis que una posibilidad factible.

La posición de Abertis

¿Qué dirá Abertis a la oferta del Gobierno? La compañía de infraestructuras lo ha puesto todo encima de la mesa para convencer de sus buenas intenciones: comprar los derechos de veto de Eutelsat en Hispasat para hacerlos desaparecer, sindicar su voto con el Gobierno en las decisiones que éste considerase oportunas... Todo.

Pero los derechos de Eutelsat se esfumarían en cualquier caso si se sigue adelante con la opción de sacar a bolsa Hispasat y dar así liquidez a sus títulos para permitir a los accionistas privados españoles salir del capital.

Al Gobierno lo que mejor le suena de la opción Abertis es tener un accionista al que recurrir cuando se precise financiación para los nuevos proyectos que tiene pensados -y en algunos casos incluso aprobados- la empresa de satélites española, como es el nuevo satélite para América Latina: Amazonas II.

Fuentes cercanas a Abertis no entienden cómo van a oponerse al plan de negocio a cinco años que tiene ya aprobado Hispasat. A Abertis le gusta gestionar allí donde va y por eso ya ha deslizado la idea de que, si entra en Hispasat, quiere ser quien nombre al consejero delegado. El Gobierno, según las citadas fuentes, no se opondría, una vez que tenga la sartén por el mango.

El problema es que la esperada reunión de la comisión interministerial (Defensa, Industria, Oficina Económica de Moncloa) se ha retrasado por diversos motivos que pasan desde el ataque a soldados españoles en el Líbano y el fallecimiento de seis de ellos al Debate sobre el estado de la Nación.

Ayer, según diversas fuentes, no se había convocado reunión de este nivel para esta semana. Se espera que se sigan manteniendo reuniones bilaterales que sirvan para desarrollar la propuesta del Ejecutivo ante Abertis pero que no acercarán las posturas entre los diferentes ministerios.

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