El Corte Inglés intentará frenar la caída de las ventas -del 5,8 por ciento en el último ejercicio, hasta 16.356 millones de euros- con un nuevo acelerón a su plan de crecimiento
Tras afrontar en los tres últimos años el mayor proyecto de expansión de toda su historia con una inversión de más de 4.500 millones de euros, el plan estratégico contempla ahora la inauguración de una nueva torre de oficinas y centro comercial en el antiguo Edificio Windsor, de Madrid, la apertura de un Bricor en Jerez de la Frontera (Cádiz) y la construcción de grandes almacenes en La Coruña, Zaragoza, Córdoba y Tarragona, éste último a punto ya de inaugurarse.
Con el liderazgo en juego
Serán en total más de mil millones de euros para mantener el liderazgo del mercado en un entorno especialmente delicado y en plena guerra de precios. Aunque el gigante que preside Isidoro Álvarez sigue ocupando todavía la primera posición del ranking español del comercio, en distribución alimentaria Mercadona le pisa ya los talones después de haber incrementado sus ventas un 1 por ciento el año pasado, hasta 15.505 millones.
Y en textil, aunque esta todavía lejos, Inditex sigue creciendo también con fuerza y, de acuerdo con las previsiones de los analistas, alcanzará este año unos ingresos de 12.500 millones.
Tradicionalmente reacio a endeudarse y crecer sólo con recursos propios, El Corte Inglés ha amortizado en el último año un 6,6 por ciento de sus compromisos con la banca, hasta 3.640 millones de euros. Con unos fondos propios de 7.830 millones, su solidez financiera está fuera de toda duda. Pero aún así, ha reestructurado parte de la deuda, pasando de corto a largo plazo 1.219 millones de euros.
Más allá, en cualquier caso, del crecimiento y la fortaleza de las ventas, la mejor noticia para El Corte Inglés es que ha logrado superar con nota el peor año de la crisis económica. Mientras que las ventas del comercio cayeron por segundo año consecutivo y ese descenso, del 6,1 por ciento, afectó en mayor o menor medida a todas las líneas de producto, la empresa ha conseguido que su beneficio neto se reduzca tan sólo un 1,5 por ciento, hasta 369,17 millones.
Aunque se aleja aún más de las cifras previas al estallido de la crisis -gana un 48 por ciento menos que en 2007- ha logrado aumentar ligeramente la rentabilidad, hasta el 2,2 por ciento. ¿Y cómo lo ha conseguido? Básicamente, mejorando la gestión y los procesos logísticos.
1.800 empleos menos
Una medida clave, por ejemplo, ha sido el cambio de los horarios de la plantilla para reforzar el personal en los momento más álgidos de las ventas y reducirlo cuando no sea necesario. La consecuencia ha sido que la plantilla media se ha reducido en 7.149 peronas -hasta un total de 90.240 empleados-, aunque al cierre del ejercicio en febrero, teniendo en cuenta el repunte por las rebajas, el número se elevó a 101.552 trabajadores, lo que supone 1.815 menos que un año antes. La empresa insiste, no obstante, en que "no ha habido destrucción de empleo, sino ajuste de horarios y menor contratación temporal".
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El Corte Inglés ganó 369 millones en 2009
