Nadie sabe cómo ni de dónde surgen, pero de vez en cuando un rumor sin fundamento se propaga y coge una fuerza inusitada. Esta vez le ha tocado el turno a uno de los mayores bancos europeos y que en España se asocia con Internet: ING Direct.
Un amigo del primo de un conocido que trabaja en un banco, en Hacienda, o en algún otro sitio "muy serio" dónde todos sus empleados tienen un conocimiento "envidiable" de los entramados económicos y del funcionamiento de la Adminitración y la Justicia, además de contactos con peces gordos, lanza un "inquietante" mensaje, por email, Internet, sms o móvil, en el que menciona a ING Direct.
La última leyenda urbana, aunque absurda, ya ha tenido sus consecuencias. ING se ha visto forzada a dar explicaciones. La entidad bancaria envía a los clientes que piden información una carta donde les agradece, en primer lugar, la oportunidad de hablar sobre su entidad.
"Es difícil defenderse de rumores infundados y sentimos sinceramente que su tranquilidad se haya podido ver afectada por estas noticias". Tienen razón. La política de comunicación es díficil porque la fortaleza del rumor reside en que parece más creible, por irracional que sea, que la monótona realidad.
ING es extranjero, ¿y qué?
Si en España nos llegaran noticias de que uno de nuestros grandes bancos es cuestionado en otro país nos reiríamos con ganas de la ingenuidad de la gente.
ING es extranjero, ofrece mucha rentabilidad por depósitos y opera por Internet. ¿Y qué? Vayamos por partes. Pertenece a un grupo holandés. No a cualquiera, sino al mayor grupo bancario de ese país. Si la clasificación se hace por beneficios, hablamos del cuarto grupo europeo, por delante de Santander y de BBVA. El hecho de ser extranjero no le libra de los controles. Es más, está supervisado por el Banco de Holanda y el Banco de España. Doble ración.
Ofrece depósitos mensuales del 6 por ciento. Mensuales, lo que quiere decir que la rentabilidad anual no llega al 0,5 por ciento. Y la cuenta naranja ofrece un 2,25 por ciento, un punto por debajo del euribor, más o mneos lo mismo que otros grandes bancos españoles. Si acaso se le puede acusar de tacañería no de imprudencia. Opera por Internet, al igual que otras muchas filiales de bancos españoles, que compiten con ING con productos similares.
Por último, todas las entidades financieras, ING incluido, están respaldadas por el Fondo de Garantía de Inversiones, que cubre 20.000 euros por cliente. ING, al ser holandés, está respaldo por el Fondo de Garantía de Depósitos de Holanda, como los españoles lo están por el de España.
Cuentos chinos en España
No es la primera vez que un absurdo temor invade el pais. Al principio de los años ochenta, cuando aún no se sabía que el aceite de colza adulterado era el causante de que miles de familias españolas enfermaran, se extendió la idea de que los animales domésticos eran los responsables de todos esos males.
Más de uno se lo creyó y eso significó el fin de su mascota. Las autoridades sanitarias tuvieron que emplearse a fondo para explicar a la gente que ni gatos ni perros ni periquitos tenían nada que ver en aquella extraña plaga.
Eso pasó hace veinticinco años, cuando la era de Internet y de los mensajes SMS limitaban al boca a boca la propagación de los rumores. Ahora, las nuevas tecnologías multiplican la velocidad y el alcance de las fábulas.
No importa que el cuento chino no tenga fundamento. Si se suelta en el momento apropiado y se viste de cierta autoridad, el bulo sigue su camino como una bola de nieve en una acusada pendiente.
Los foros de Internet , en los días siguientes a la intervención de las sociedades filatélicas Afinsa y Fórum, se llenaban de opiniones que echaban la culpa de todo lo sucedido a los bancos.
"Les estaban quitando clientela y los han quitado de enmedio", afirmaba algún exaltado internauta. "Si ofrecen lo mismo que Afinsa y Fórum que los examinen a todos, no sea que también tengan algo sucio", sentenciaba otro interlocutor anónimo.