El Banco de España tiene previsto levantar la intervención de Caja Castilla-La Mancha (CCM) a principios de septiembre. Fuentes del sector indicaron a este periódico que la decisión se espera para el próximo día 2 o 3 del próximo mes.
La medida supondrá la retirada de los tres administradores colocados por el supervisor a finales de marzo de 2009, cuando tomó el control de la entidad manchega ante su situación de insolvencia.
De esta manera, Cajastur podrá hacerse cargo de los activos financieros adjudicados de 23.000 millones de euros a través de su filial bancaria Liberta por parte del organismo que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez el pasado noviembre.
Tanto CCM como Cajastur están ultimando los detalles del traspaso, que fue aprobado ya por la asamblea de la manchega en junio. La caja, aún en estado de intervención, perderá entonces la ficha bancaria y se convertirá en fundación.
Negociación sobre la Fundación
En la actualidad, la junta de Castilla-La Mancha está realizando todos los preparativos y está negociando las personas que gestionarán la nueva institución. Algunas de ellas podrían salir de las propias filas de CCM, como algún miembro de la asamblea general. El activo de la Fundación será principalmente el 25 por ciento de Liberta, participación por la que recibirá un dividendo que será invertido en obra social.
Una vez se lleve a cabo la operación, la cartera industrial de la entidad pasará a manos del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en compensación de los 1.300 millones de euros que le inyectó para sanear el balance de la caja tras la intervención. La corporación CCM será gestionada en los próximos siete años, ampliables a diez, por Cajastur, de acuerdo con las condiciones de la adjudicación.
El grupo asturiano se encargará de vender las participaciones de la corporación para devolver así las ayudas del FGD. Por este servicio percibirá una comisión.
Los trámites están siendo más lentos de los que preveía tanto por parte del Banco de España como Cajastur. Pero la nueva Liberta, que además formará parte del Sistema Integral de Protección (Sip) que crearán Cajastur, CAM, Extremadura y Cantabria, nacerá previsiblemente dentro de quince días.
La nueva marca, Banco CCM, no lucirá en las sucursales hasta mediados de septiembre, aunque el proceso será paulatino. La intención de la asturiana es mantener la tranquilidad de los trabajadores y clientes de la manchega lo máximo posible. De ahí que en un principio no habrá cambios significativos. Fuentes conocedoras del proyecto apuntan a que Xabier Alkorta, el hombre colocado por el Banco de España para dirigir el grupo CCM tras la intervención, permanecerá en el staff directivo del banco, al igual que el jefe de negocio financiero, Gorka Barrondo. No obstante, el máximo responsable de la nueva entidad será el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, y máximo ejecutivo del Sip.
La presentación oficial del banco, según las mismas fuentes, tendrá lugar a finales del próximo mes. Para entonces, la situación de CCM habrá mejorado sustancialmente con respecto al día de su intervención. La morosidad habrá descendido varios puntos porcentuales, desde el 17 por ciento inicial. Y podría haber dejado atrás los números rojos. No en vano, en los datos no incluirán ya las pérdidas derivadas de la corporación, principal lastre de la manchega durante la crisis por sus inversiones inmobiliarias.
Aun así el riesgo de los activos financieros, básicamente créditos, será elevado. Cajastur se ha garantizado una ayuda total de 2.475 millones de euros que aportará el FGD para cubrir eventuales pérdidas por impagos de la cartera de clientes de CCM. Este esquema de protección estará vigente durante cinco años y su cobertura será escalonada. El primer año las asturiana tendrá mayor respaldo que los siguientes y percibirá casi un tercio del importe global.
Los ex gestores de la manchega ya han sido expedientados por el Gobierno. Tanto el ex presidente, Juan Pedro Hernández Moltó, como el ex director general, Ildefonso Ortega, han sido inhabilitados cinco años y sancionados con multas de 155.000 y 150.000 euros, respectivamente.