Empresas y finanzas

Un hotel flotante para atender a las plataformas petrolíferas

El presupuesto del barco puede llegar a 140 millones. Foto: Archivo
El trabajo de mantenimiento de las plataformas petrolíferas ya no será tan duro, cuando el astillero vigués Hijos de J. Barreras saque al mercado el primer barco de apoyo y suministro a la industria off shore que, al mismo tiempo, es un auténtico hotel de lujo con unas 600 camas.

Contará con bibliotecas, salas de conferencias, comunicación por satélite, cafetería con Internet, gimnasios, sauna, piscina o cine. Este contrato estrella, encargado por la empresa noruega Østensjø Rederi AS, tendrá un presupuesto que podrá alcanzar los 140 millones de euros.

Sistemas

Orgulloso de este desarrollo "pionero" está Francisco González Viñas, presidente de Barreras. Se entregará en abril de 2010 y no tendrá rival. Puede funcionar como barco de asistencia y provisión de plataformas flotantes off shore, como ferry e incluso como crucero de transporte de pasajeros. Con 130 metros de eslora y 27 de manga, contará con cuatro cubiertas que recogen los cerca de 180 camarotes, áreas de recreo y trabajo, y la maquinaría.

González Viñas apunta que su cubierta posee cerca de 2.000 metros cuadrados. Sus grandes grúas permiten llevar todo tipo de piezas y materiales al artefacto flotante, y además, sirve de residencia y hospedaje de los trabajadores que se dediquen al mantenimiento, proceso al que se ven abocados cada año las plataformas petrolíferas e incluso gasísticas.

Además, cuenta con helipuerto. Su planta motriz es diesel eléctrica, campo donde Barreras ha mostrado su fortaleza y experiencia, clave, según González Viñas, para imponerse a los otros 34 astilleros de todo que participaron en esta "dura lucha".

Totalmente "inamovible"

Cabe destacar que es un buque totalmente inamovible cuando utiliza su sistema de posicionamiento dinámico. El presidente de Barreras señala que una vez se fija vía GPS su situación, se "mantiene sobre un punto fijo del mar pese a los vientos, olas, mareas y corrientes". Así puede "colocarse junto a la plataforma" para aprovisionarla, y también "realizar trabajos en el fondo del mar, como soldaduras de tuberías".

Dispone de cinco hélices azimutales en proa y popa, que giran 360 grados y evitan que el barco se desvíe de las coordenadas fijadas. Este sistema es casi infalible, pues tiene un grado tres de redundancia: si falla el circuito principal habrá un segundo, pero también un tercero y, por si acaso, un cuarto.

Este contrato supondrá para la ría de Vigo dos millones de horas de trabajo, ocupando de media a un millar de personas hasta 2010. Además, no es el único barco pionero en el que trabajan las gradas de Barreras: actualmente tiene en cartera cuatro buques sísmicos, valorados cada uno entre cien y ciento diez millones de euros, capaces de analizar por ultrasonidos la existencia y rentabilidad de las bolsas de petróleo y gas.

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