¿Se imaginan que la energía eléctrica fuera la última opción cuando tuvieran que recargar sus teléfonos móviles? Por los esfuerzos que están llevando a cabo las empresas de telecomunicación, tarde o temprano podría llegar a ocurrir. Si hace unas pocas semanas conocíamos de la existencia de una batería que se cargaba con los rayos del sol, este fin de semana Orange ha presentado su apuesta: un cargador que funciona con energía eólica. 
El lugar elegido para dicha ello, el británico Festival de Glastonbury, no podía haber sido más indicado. Por dos motivos. El primero, por la histórica relación del evento con la ecología y la naturaleza, a cuya causa contribuye este cargador sostenible. El segundo, que se trata de un aparato ideado para instalarse al aire libre, en los techos de una tienda de campaña o de un automóvil, por lo que podría decirse que un festival es, prácticamente, su entorno natural.

Un aerogenerador de sólo 150 gramos
Diseñado a imagen de sus hermanos mayores, los aerogeneradores que pueblan los parques eólicos, el artilugio pesa tan sólo 150 gramos y se puede plegar, con lo que es fácil de transportar. Con viento medio durante varias horas, es capaz de generar vatios suficientes para 'rellenar' una batería intermedia recargable en la que se almacena la energía. A ella se conecta luego el móvil, que se carga en un tiempo de entre una y dos horas, dependiendo del modelo.
El prototipo, que se encuentra todavía en fase de desarrollo , ha sido diseñado por Gotwind, la firma fundada por Ben Jarrell especializada en la creación de dispositivos que producen energía renovable, junto con técnicos de la Universidad de Texas en Arlington. El objetivo de Orange es introducir los cambios necesarios para mejorar su funcionamiento y comercializarlo a gran escala.