Algo más de 11 años ha tenido que esperar el AVE Madrid-Valencia, pero la tardanza merecerá la pena. El próximo 22 de diciembre es la fecha que ha elegido el Ministerio de Fomento para inaugurar oficialmente la línea, según explican a elEconomista fuentes cercanas a la infraestructura ferroviaria.
Un proyecto que ha supuesto un desembolso de más de 12.410 millones de euros (si se incluyen los ramales a Castellón, Alicante, Murcia y Cartagena, que entre todos suman 955,4 kilómetros) y que unirá la capital de España con la del Turia en 1 hora y 35 minutos en su fase inicial de estreno. ¡Todo un récord!
Lejana en el tiempo queda ya la fecha del 17 de septiembre de 1999. Ese día el consejo de ministros del Gobierno Aznar atribuyó poderes al GIF (la denominación antigua del Adif antes de que se separara de Renfe Operadora) para construir y administrar esta ruta.
Tras esta decisión hubo que esperar casi cinco años más para que en marzo de 2004 se diera el pistoletazo de salida a las obras, un proyecto faraónico que, a fecha de hoy, prácticamente está finalizado en su etapa de construcción, superando el 98 por ciento del total de la infraestructura.
Según explicó Teófilo Serrano, el presidente de Renfe, hace varias semanas, ya se pueden realizar pruebas en más de la mitad de un trazado de 397,4 kilómetros. Y parece que los primeros testeos no van nada mal a juzgar por lo que señalan fuentes conocedoras de estos exámenes, que aseguran que ya se han puesto trenes a 250 kilómetros por hora en la línea en pruebas piloto.
La intención es aumentar paulatinamente la velocidad para llegar a 300 kilómetros por hora en pocas semanas.
De hecho, hoy el ministro de Fomento, José Blanco, probará la línea cogiendo un tren S-112 entre Pozorrubielos de La Mancha (Cuenca) y Albacete. Este AVE fabricado por Talgo y Bombardier es una evolución del célebre Pato (el S-102) y será el que se utilizará en esta ruta levantina.
Aunque ni el gestor público de las infraestructuras ferroviarias ni Fomento dan pistas sobre el proceso y la fecha de inauguración, la intención es estrenar la línea con la señalización ERTMS 2 ya instalada. Gracias a esta novedad tecnológica, el AVE a Valencia podrá alcanzar una velocidad punta de 350 kilómetros por hora.
Pero más importante que la velocidad, que puede que no interese incrementar en exceso por los costes de operación y por la propia orografía en ciertos tramos, es la capacidad de frecuencias.
Frecuencias de cinco minutos
Gracias al nivel 2 de ERTMS, que ha desarrollado en esta línea un consorcio formado por Thales y Dimetronics, los trenes pueden circular mucho más cercanos, incluso con una distancia de separación de cinco minutos, un escenario prácticamente imposible por los problemas logísticos del embarque y el desembarque de los pasajeros.
De momento, no hará falta porque la intención es poner entre 13 y 17 trenes diarios con una frecuencia de 60 minutos en plena hora punta.
No obstante, los expertos creen que una vez que comience a rodar la línea, el tiempo se puede ir reduciendo paulatinamente hasta llegar a 1 hora y 20 minutos en trenes directos. Los estudios que ha encargado el Ministerio de Fomento sobre demanda de pasajeros son bastante optimistas.
Calculan que en el primer año de operaciones el corredor alcanzará 3,5 millones de pasajeros, un millón más de lo que consiguió el AVE a Barcelona en su primer año.
Esta cifra iría subiendo hasta alcanzar 5 millones de pasajeros en la primera década, un techo que superaría a la alta velocidad a la Ciudad Condal, que en diez años rozaría los 4 millones de clientes. Un filón que Renfe Operadora no dejará escapar.
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