La Paz, 31 may (EFECOM).- La compañía Petróleos de Venezuela (PDVSA) no tendrá actividades en los mayores campos de gas de Bolivia, operados por la brasileña Petrobras y de los que es socia la empresa hispano-argentina Repsol YPF, afirmó hoy el gobierno boliviano.
El presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Jorge Alvarado, calificó la versión sobre la supuesta entrada de PDVSA en los yacimientos San Alberto y Sábalo, situados en el sur del país, como "una especulación del tamaño de los dos campos".
"Tan gigantesca que yo no acepto ese comentario porque puede perjudicar al país y creo que es de muy mala intención", dijo Alvarado en declaraciones a canales de televisión locales.
Los dos campos, que también están participados por la francesa TotalFinaElf, producen el 70 por ciento del gas exportado a Brasil y con la nacionalización de los hidrocarburos, decretada el pasado 1 de mayo, deben pagar el 82 por ciento de impuestos.
Alvarado aseguró que la inversión de PDVSA en Bolivia, de cerca de 2.000 millones de dólares en diferentes áreas, se realizará "en aquellos lugares donde las empresas trasnacionales no han querido entrar" por existir mayores riesgos.
La petrolera venezolana tendrá un participación del 49 por ciento en esos negocios y la boliviana el 51 por ciento.
"Esto no nos lo ha ofrecido ningún inversionista, ningún país, esas condiciones tan favorables. Pero quiero rechazar rotundamente esas especulaciones de que PDVSA estaría viniendo a sustituir a cualquier empresa", apuntó.
El ejecutivo indicó que las labores de exploración de PDVSA tomarán entre 20 y 30 años en zonas vírgenes del país.
Rechazó también las versiones sobre la posible salida de Petrobras de Bolivia, después de la nacionalización de las refinerías de esa petrolera en las ciudades de Santa Cruz y Cochabamba.
"Quiero desvirtuar completamente las especulaciones que se han venido haciendo de que Petrobras se iría", apuntó, al señalar que la empresa ha excluido esa opción por boca de Arturo Castaños, director de la filial boliviana de la petrolera brasileña.
Equipos de Petrobras y YPFB se reunieron en la víspera para analizar la aplicación del decreto de nacionalización decretado por el presidente boliviano, Evo Morales, el pasado 1 de mayo.
Uno de los asuntos de la negociación es la forma en que Bolivia compensará a la firma brasileña por la nacionalización de la mayoría de las dos refinerías.
Alvarado dijo que era partidario de que el Estado pague con gas y petróleo por la adquisición de estas instalaciones y que lo haga durante varios años para no gravar los ingresos del Estado.
También expresó su confianza en que hoy la firma brasileña reanude el abastecimiento de gasóleo a los consumidores locales después de que el Ejecutivo cancelara pagos atrasados. EFECOM
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