
El Gobierno dio el pasado miércoles un paso de gigante para que los usuarios puedan conversar con sus móviles en pleno vuelo. Pese a que todavía hay un largo camino por recorrer, acaba de entrar en vigor una orden ministerial que establece las bases para que la telefonía móvil conquiste un nuevo territorio aún sin explorar. Lo que falta ahora por ver es el tiempo que el conjunto de las industrias aeronáuticas y de telecomunicaciones tardarán en materializar esta nueva posibilidad tecnológica. Prisa, no tienen.
A simple vista, se trata de un servicio que extenderá entre los ciudadanos las ventajas de las comunicaciones móviles. Pero, al mismo tiempo, la novedad acarreará previsibles molestias entre aquellos que hagan un uso poco respetuoso de sus móviles en tan exiguos espacios públicos.
El BOE publicó el pasado miércoles, 14 de julio, la orden que normaliza este tipo de comunicaciones a bordo, con su luz verde a la concesión de las primeras emisiones temporales de la tecnología MCA (Mobile Communitcation on Aircraft) a los principales operadores españoles de telefonía móvil. Con esta decisión, España se sitúa en la vanguardia mundial en este tipo de servicios de comunicaciones móviles. Hasta la fecha, la compañía OnAir comercializa este servicio en la British Airways.
Tecnología MCA
El referido MCA es un estándar especial que permite a los usuarios de móviles utilizar sus propios terminales para comunicarse como si estuvieran en tierra, con idénticas prestaciones que las redes GSM convencionales. Para el disfrute de las llamadas a bordo se requiere que los operadores de móviles hayan suscrito un acuerdo de itinerancia para ese tipo de servicios (exigencia que solventarán las principales compañías de móviles españolas en las próximas semanas). Antes, las telecos analizarán los nuevos modelos de negocio y tarifas para este tipo de comunicaciones, ya que los precios serán distintos a los que existen en tierra. A efectos tarifarios, se aplicará el modelo de las llamadas realizadas en el extranjero, con los costes de roaming que correspondan.
Asimismo, las llamadas a bordo deberán realizarse a más de 3.000 metros de altitud. De esta forma, los usuarios no podrán utilizar los móviles en las maniobras de despegue o aterrizaje, como ya sucede con cualquier otro tipo de dispositivo electrónico. Además, las compañías aéreas deberán reiterar las normas de buen uso de los móviles, como silenciar el timbre a bordo.
Precios más caros
Las tarifas de las llamadas a bordo serán más caras que las convencionales ya que el usuario tendrá que pagar el coste añadido de la interconexión en itinerancia con los sistemas de comunicaciones por satélite. A grandes rasgos, los aviones dispondrán a bordo de una pequeña antena de telefonía móvil (picocélula), cuyo receptor de baja potencia se conectará a través de satélite con las infraestructuras convencionales de telecomunicaciones. Mediante este sistema, los usuarios podrán utilizar sus propios dispositivos, puesto que existirá cobertura celular dentro de la cabina del avión. Las comunicaciones de la aeronave con el exterior se realizan a través de satélite, como no puede ser de otra forma.
Oferta de OnAir
Cuatro euros por minuto es la tarifa básica que aplica la compañía OnAir a los usuarios que conversan con sus móviles en ciertos vuelos de British Airways. A esa cifra hay que añadir los dos euros del establecimientos de llamada. Los SMS se cotizan a 1,5 euros.