La crisis ha escrito su propio capítulo en cada uno de los sectores de la actividad económica española y el capital riesgo no iba a ser una excepción. Una historia más de cómo las previsiones truncadas pueden llevarse por delante incluso a los más experimentados, aquellos que han hecho de mover el dinero una lucrativa forma de negocio.
Mercapital, uno de los tiburones blancos del sector del private equity en España, con un capital gestionado de más de 1.300 millones, empieza a verse sitiado por la barrera de coral: ya no le salen las cuentas. Así se desprende echando un vistazo a la lista de empresas en las que el fondo ha venido estos años poniendo su interés y que si en 2007 prometían, hoy son terreno pantanoso.
Los problemas del fondo comenzaron con los cines Ábaco, en los que Mercapital invirtió 55 millones allá por 2005 y que hoy, en lugar de crecer en tres dimensiones, sigue peleando por sobrevivir al concurso de acreedores. Pese a los esfuerzos del fondo de inversión, que incluso llegó a apalancar los cines para comprar a su competidora Cinebox por 60 millones de euros, la inversión en este sector se ha tornado infructuosa, más aún después del empuje de la piratería y el DVD, que ha terminado por dar la puntilla al negocio.
Pero esto es sólo el inicio de un camino difícil para Mercapital. Otra de sus inversiones estrella, la del primer grupo de perfumerías y droguerías de España, Bodybell, sufre durante estos últimos años las consecuencias propias de la caída del gasto.
Inversión de 58 millones
La compañía, en la que también participa el fondo español N+1, no ha logrado alcanzar las cifras de ventas previstas, lo que ha llevado a Mercapital a intentar refinanciar por segunda vez en el último año y medio una deuda que superaría los 115 millones. Y es que el fondo presidido por Javier Loizaga invirtió nada menos que 58 millones para hacerse con la mitad del capital de Bodybell, convencido de sus posibilidades expansionistas.
La inversión en la cadena de tiendas de muebles KA Internacional resulta llamativa. Mercapital entró en 2002 y ocho años después mantiene todavía aparcada su participación en un negocio dependiente de la evolución del mercado inmobiliario, también a la baja.
Aún hay más. Siguiendo en el sector de servicios de consumo, la compañía balear Menorquín Yachts, uno de los principales fabricantes españoles de embarcaciones recreativas, también está resultando un problema para Mercapital. Según los datos del Registro, el grupo propiedad del fondo desde 2005 tiene unas pérdidas de algo más de seis millones en su último ejercicio, un punto negro más a añadir a la cartera de Mercapital, a la que sus socios exigen una rentabilidad, por ahora quimérica, de entre el 20 y el 25%.
Otras participadas, como Jofel o Lasem, en 2008 tenía unos números rojos de 80.000 euros, aunque en 2009 su resultado positivo pasó a 363.000 euros, también son todo un dolor de cabeza para el fondo, que se encuentra atrapado a la espera de tiempos mejores.